Los llamados "ingresos verdes" son el porcentaje de las ventas generadas por productos que benefician al medio ambiente, por ejemplo con agua más limpia o que contribuyen a mitigar el cambio climático.

Clarity AI, una plataforma tecnológica de datos de sostenibilidad que pertenece en parte a BlackRock, analizó 31.000 fondos para evaluar su rendimiento en relación con un nuevo sistema de clasificación de la Unión Europea que define una lista de actividades económicas ambientalmente sostenibles. Su investigación reveló que sólo el 3,6% de los ingresos a nivel mundial son "verdes".

De acuerdo con el Reglamento de Divulgación de las Finanzas Sostenibles de la Unión Europea, los gestores de fondos pueden clasificar sus productos según el grado en que promueven objetivos medioambientales, sociales y de gobernanza.

Pueden comercializarse como artículo 8, lo que significa que se centran total o parcialmente en cuestiones medioambientales, sociales o de sostenibilidad, o como artículo 9, más estricto, que significa que se centran totalmente en objetivos sostenibles.

Las inversiones que las empresas de fondos clasifican como Artículo 6 significan que no se centran en la sostenibilidad.

Clarity descubrió que, en el caso de los fondos del artículo 8, el 3,9% de sus ingresos a través de las empresas en cartera que poseen pueden clasificarse como ecológicas, una proporción similar al 3,1% de los productos del artículo 6.

Los fondos del grupo más pequeño del artículo 9 tenían el 15% de los ingresos como verdes.

"Los fondos del artículo 8 se definen como "promotores de las características E o S", que es un término vago. Como tal, estamos viendo que el mercado interpreta este término a menudo integrando un toque muy ligero de consideraciones relacionadas con la sostenibilidad en su estrategia", dijo a Reuters Patricia Pina, responsable de investigación e innovación de productos de Clarity AI.

Si bien los nuevos marcos normativos de la UE, aún en ciernes, han sido aclamados por tratar de mejorar la transparencia en el mundo de las finanzas ASG, de rápido crecimiento, las definiciones imprecisas pueden dar lugar a que los gestores interpreten de forma imprecisa las credenciales de sostenibilidad de sus fondos.

A principios de este año, Morningstar, que sigue de cerca el sector de los fondos, despojó a más de 1.000 fondos de su etiqueta ESG en su sistema de clasificación tras comprobar que no cumplían con sus afirmaciones sobre sostenibilidad.