Los nacionalistas del partido gobernante Ley y Justicia (PiS), en el poder desde 2015, parece que seguirán siendo el partido mayoritario tras la votación del 15 de octubre, pero se cierne un interrogante sobre si serán capaces de asegurar una mayoría en unas elecciones dominadas por temas como el coste de la vida, la seguridad y las normas democráticas.
La mayoría de las encuestas muestran al PiS con más del 35% de los votos, mientras que la agrupación liberal Coalición Cívica (KO) cuenta con alrededor del 30%.
KO, liderada por el principal partido de la oposición, Plataforma Cívica (PO), expuso lo que dijo que eran 100 políticas para sus primeros 100 días.
"Estas 100 políticas concretas significarán que la gente en Polonia tendrá más en sus bolsillos, será más barato en las tiendas polacas y las cosas irán mejor en cada hogar polaco", dijo el líder de PO, Donald Tusk.
Entre ellas, el aumento del límite de ingresos libres de impuestos a 60.000 zlotys (13.917 dólares), subidas salariales para los profesores y otros trabajadores del sector público y financiación estatal para los tratamientos de fecundación in vitro.
El líder del PiS, Jaroslaw Kaczynski, desveló la última política del programa de su partido, que permitiría a las mujeres jubilarse tras 38 años de trabajo, mientras que los hombres podrían hacerlo tras 43 años.
El partido ha hecho de la edad de jubilación en Polonia un elemento clave de su campaña, atacando al PO por su decisión de aumentar la edad cuando estaba en el poder.
Una de las cuatro preguntas de un referéndum que acompañará a las elecciones es si debe aumentarse la edad de jubilación.
Los otros puntos clave del programa del PiS, que ya habían sido anunciados, incluyen un aumento del 60% de las prestaciones por hijos a cargo, la supresión de los peajes en las autopistas y la gratuidad de los medicamentos con receta para los mayores de 65 años o los menores de 18. (1 $ = 4,3111 zlotys) (Reportaje de Alan Charlish y Pawel Florkiewicz; Edición de Alexander Smith)
