"Algunos de los nuestros siguen varados en sus regiones. Están en grandes dificultades. Construiremos barcos para poder ir a sacarlos", dijo el pescador local, Abdullah Mallah.

Las lluvias monzónicas récord y el deshielo de los glaciares en las montañas del norte de Pakistán, han provocado inundaciones que han arrasado casas, carreteras, vías de ferrocarril, puentes, ganado y cultivos, y han matado al menos a 1.391 personas. El gobierno afirma que la vida de casi 33 millones de personas se ha visto alterada.