Indonesia, que representaba el 38% de la oferta mundial en 2021, va a cuadruplicar su capacidad de producción de níquel hasta 1,2 millones de toneladas entre 2021 y 2025, según Chen Yan, jefe de investigación de materiales básicos e ingeniería de CICC.
Como el crecimiento de la producción supera a la demanda, es probable que el contrato de níquel de referencia a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres caiga un 7,5% este año hasta los 23.741 dólares la tonelada y se hunda por debajo de los 20.000 dólares la tonelada en 2024, según Ellie Wang, analista de CRU Group con sede en Shanghái.
Indonesia produce principalmente arrabio de níquel (NPI), níquel mate y precipitado de hidróxido mixto (MHP), un producto intermedio utilizado en la producción de sulfato de níquel para fabricar baterías de iones de litio.
"La capacidad incremental prevista de Indonesia aliviaría significativamente el cuello de botella en el suministro de sulfato de níquel en los próximos tres años", dijo Chen.
Se prevé que el suministro indonesio de MHP se multiplique por cuatro hasta alcanzar casi 600.000 toneladas entre 2022 y 2027, con proyectos que están desarrollando PT Lygend, PT QMB, Huayou y Huafei, según Wang de CRU.
Mientras tanto, el suministro de NPI en Indonesia ascenderá a 201.800 toneladas en 2025 desde las 114.700 toneladas de 2022, según Wang Yanchen, director gerente de SMM UK.
A nivel mundial, la producción de níquel refinado ascenderá a 99.800 toneladas en 2025, frente a las 83.400 toneladas de 2022, según Shanghai Metals Market (SMM).
El níquel se utiliza tradicionalmente en el acero inoxidable, pero cada vez se emplea más en el sector de las baterías a medida que aumenta la adopción de vehículos eléctricos.
Se espera que la demanda impulsada por el acero inoxidable alcance los 2,4 millones de toneladas en 2025, frente a los 2,1 millones de toneladas de 2022, según Chen de CICC.
La demanda del sector de las baterías de litio-hierro ascenderá a 868.000 toneladas en el mismo periodo, más del doble de las 342.000 toneladas de 2022, según Chen.
Además del debilitamiento de los fundamentos del mercado, el descenso de los costes hará bajar aún más los precios del níquel, según Chen.
"El desarrollo de la laterita (mineral) aliviaría la escasez de suministro y abarataría los costes de producción, lo que provocaría una caída de los precios del NPI y del sulfato de níquel", afirmó.
