Los precios del suelo en Japón subieron en 2023 al ritmo más rápido desde que se dispone de datos comparables en 2010, según informó el lunes la agencia tributaria, lo que sugiere que la recuperación cobró ritmo ayudada por el dinamismo del turismo tras la pandemia de coronavirus.

Los precios medios del suelo subieron un 2,3% el año pasado, aumentando por tercer año consecutivo, según mostró una encuesta de la Agencia Tributaria Nacional, ampliando las ganancias de un aumento del 1,5% en 2022 y una subida del 0,5% en 2021.

Los precios del suelo subieron en 29 de las 47 prefecturas de todo el país, incluyendo Tokio, el norte de Hokkaido y el sur de Okinawa, según la encuesta. La cifra fue superior a las 25 prefecturas del año anterior. Los precios cayeron en 16 prefecturas, por debajo de las 20 prefecturas de 2022, mostró.

Con una sólida demanda tanto de viviendas como de terrenos comerciales, la prefectura de Fukuoka registró la mayor subida, del 5,8%, según la encuesta.

Los proyectos de reurbanización apoyaron la demanda de oficinas en Fukuoka. También la recuperación del turismo impulsó allí la demanda de hoteles y restaurantes.

El regreso de los visitantes extranjeros tras la pandemia ayudó a que una parcela en la lujosa zona comercial de Ginza, en Tokio, siguiera siendo el lugar más caro de Japón por 39º año consecutivo, según la encuesta.

El precio de la parcela en Ginza subió un 3,6% en 2023, encadenando dos años consecutivos al alza, hasta los 44,2 millones de yenes (274.705 dólares) por metro cuadrado.

El país recibió más de 3 millones de visitantes por tercer mes consecutivo en mayo, ya que la debilidad del yen contribuyó a un ritmo récord del turismo entrante, según mostraron los datos de la Organización Nacional de Turismo de Japón (JNTO).

El año pasado, Japón recibió unos 25 millones de visitantes extranjeros, después de que la cifra alcanzara el récord de 31,9 millones en 2019.

La agencia tributaria evalúa los precios del suelo a partir del 1 de enero de cada año para calcular los impuestos de sucesiones y donaciones sobre las propiedades adquiridas en ese año.

(1 dólar = 160,9000 yenes) (Reportaje de Kaori Kaneko; Edición de Kim Coghill)