Los rebeldes entregaron las posiciones que habían ocupado en los alrededores de Kibumba, a unos 20 km al norte de la ciudad congoleña de Goma, a los comandantes de la fuerza regional de la Comunidad de África Oriental.

"Es un gesto de buena voluntad que el M23 hará hoy", declaró durante la ceremonia el coronel Imani Nzenze, uno de los jefes militares del M23.

"Es en nombre de la paz y un gesto que forma parte de las recomendaciones resultantes de la minicumbre de jefes de Estado celebrada en Angola en noviembre de 2022", añadió. "Esperamos que el gobierno de Kinshasa aproveche esta oportunidad".

El gobierno del Congo no estuvo inmediatamente disponible para hacer comentarios.

El M23 es un grupo rebelde dirigido por tutsis que, según el gobierno del Congo, potencias occidentales como Estados Unidos y Bélgica, e informes de un grupo de expertos de Naciones Unidas, cuenta con el apoyo de la vecina Ruanda.

Un informe reciente de un grupo de expertos de la ONU encontró "pruebas sustanciales" de una "intervención directa de las Fuerzas de Defensa ruandesas en el Congo", según una copia vista por Reuters el jueves.

Ruanda negó toda implicación en el resurgimiento del M23, pero las acusaciones han provocado una importante crisis diplomática en la región.

Un acuerdo de alto el fuego alcanzado por los líderes regionales en Angola exigía que los rebeldes se retiraran de las posiciones recientemente tomadas y que se permitiera a miles de desplazados regresar a sus hogares. Unas 450.000 personas se han visto obligadas a huir desde marzo debido a los recientes combates.

"Agradezco a los dirigentes del M23 que hayan acatado la decisión de Luanda del 23 de noviembre de 2022, que instaba al M23 a abandonar todos los lugares que controla", declaró durante la ceremonia el general de división Jeff Nyaga, comandante de la fuerza regional.

"También hacemos un llamamiento a las personas que huyeron de Kibumba; ahora que la fuerza regional acaba de desplegarse aquí, que regresen a sus hogares", declaró Nyaga.