Por Simon Lewis y Antoni Slodkowski

SHANGHÁI, 24 abr (Reuters) - El Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, llegó el miércoles a Shanghái con los lazos entre Estados Unidos y China en una posición más estable, pero con una desalentadora serie de cuestiones sin resolver que amenazan la estabilidad de las relaciones entre las potencias mundiales.

Blinken se reunirá con líderes empresariales antes de dirigirse a Pekín para entrevistarse el viernes con el Ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, y probablemente con el presidente Xi Jinping.

La visita de Blinken es el más reciente contacto de alto nivel entre las dos naciones que, junto con los grupos de trabajo sobre cuestiones que van desde el comercio mundial a la comunicación militar, han moderado las asperezas públicas que llevaron las relaciones a mínimos históricos a principios del año pasado.

Sin embargo, Washington y Pekín no han avanzado mucho en la reducción del suministro chino de sustancias químicas utilizadas para producir fentanilo, Taiwán sigue siendo un punto conflictivo y se están intensificando las tensiones por el apoyo chino a Rusia en su guerra de Ucrania.

Blinken, en una breve declaración en video publicada en X con el horizonte de Shanghái de fondo, dijo que frenar el flujo de fentanilo y sustancias opiáceas sintéticas a Estados Unidos desde China era uno de los varios asuntos sobre los que trabajaría en el gigante asiático.

"La diplomacia cara a cara es importante", afirmó. "Es importante para evitar malentendidos y percepciones erróneas, y para promover los intereses del pueblo estadounidense".

Aunque es improbable que se produzcan avances significativos durante la visita, ambos países quieren "líneas de comunicación abiertas para evitar escenarios incómodos", dijo Alfred Wu, profesor asociado de la Escuela de Políticas Públicas Lee Kuan Yew de Singapur.

Blinken presionará a China para que impida que sus empresas reequipen y reabastezcan la base industrial de defensa rusa.

Moscú invadió Ucrania en febrero de 2022, pocos días después de acordar una asociación "sin límites" con Pekín, y aunque China se ha mantenido al margen del suministro de armas, funcionarios estadounidenses advierten de que las empresas chinas están enviando tecnología de doble uso que ayuda al esfuerzo bélico de Rusia.

Hasta ahora, Estados Unidos se ha abstenido de sancionar a los principales bancos chinos -lo que los analistas consideran desde hace tiempo una opción "nuclear"- por los efectos que podría tener en la economía mundial y en las relaciones entre Estados Unidos y China.

Un funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores chino citado el martes por la agencia estatal de noticias Xinhua dijo que las relaciones "han mostrado una tendencia a detener el declive y estabilizarse" desde que Biden y Xi se reunieron en San Francisco en noviembre.

Pero el funcionario criticó la "obstinada estrategia de Washington de contener a China, y sus palabras y hechos erróneos de interferir en los asuntos internos de China, empañando la imagen de China y socavando los intereses de China".

(Reporte de Simon Lewis y Antoni Slodkowski; reporte adicional de Trevor Hunnicutt, Michael Martina y David Brunnstrom; Editado en Español por Ricardo Figueroa)