La inflación de los precios de los alimentos en el Reino Unido alcanzó en marzo su nivel más alto desde 1977, con más del 19%. Esta medida oficial se ralentizó hasta el 13,6% en agosto y, aunque los datos de la industria la situaron en el 12,2% en septiembre, el aumento de los precios de los alimentos sigue siendo una gran presión para las finanzas de muchos hogares.
"Aunque la inflación de los comestibles ha empezado a remitir, está claro que la gente sigue sometida a una presión real por sus efectos", declaró a la prensa Giles Hurley, consejero delegado de Aldi.
A principios de este mes, el investigador de mercado Kantar señaló que sus datos mostraban que el 95% de los consumidores británicos seguían preocupados por el impacto de la subida de los precios de los comestibles, sólo igualados por su preocupación por las facturas energéticas, mientras que algo menos de una cuarta parte de la población se consideraba en apuros económicos.
"Nuestra propia investigación con YouGov nos dice que tres de cada cuatro personas han cambiado sus hábitos de compra de comestibles debido al aumento de los costes de vida, haciendo menos viajes de compras, comprando en numerosos supermercados y cambiando por completo su supermercado principal", dijo Hurley después de que Aldi Reino Unido informara de los resultados de 2022.
Destacó que la popularidad de las gamas propias, o privadas, que suelen ser más baratas que los productos de marca, era un cambio importante en la forma de comprar de los británicos.
"La marca propia representa ahora el 54% del mercado (británico) de comestibles en valor, frente al 51% en 2013, lo que supone un cambio de 3.000 millones de libras (3.700 millones de dólares) en las ventas en sólo diez años", dijo.
Alrededor del 90% del surtido de Aldi UK es de marca propia.
(1 $ = 0,8181 libras) (Reportaje de James Davey; Edición de Sachin Ravikumar)
