KAMPALA (Reuters) - El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, afirmó que firmará algunas de las leyes anti-LGBTQ más duras del mundo una vez que se añadan disposiciones para "rehabilitar" a los homosexuales, prometiendo no ceder a la presión internacional.

Museveni dijo a los legisladores en una reunión celebrada el jueves que apoya el proyecto de ley que aprobaron el mes pasado, pero que lo devolvería al parlamento para "reforzarlo".

Estados Unidos, la Unión Europea y grandes empresas han condenado el proyecto de ley. Museveni predijo que Uganda se enfrentaría a sanciones una vez que la legislación entrara en vigor, como ocurrió en 2014 cuando firmó otra ley anti-LGBTQ.

En un comunicado emitido por su oficina a última hora del jueves, Museveni felicitó a los legisladores por haber "rechazado la presión de los imperialistas".

Dijo que los donantes probablemente recortarían la financiación para el sector sanitario de Uganda, lo que exigiría reducciones en la masa salarial pública.

El proyecto de ley contra la homosexualidad impondría la pena de muerte para la llamada homosexualidad agravada y penas de 20 años por "promover" la homosexualidad. Entre los delitos definidos como homosexualidad agravada está mantener relaciones homosexuales siendo seropositivo.

Museveni dijo que quería que se modificara la legislación para permitir la "rehabilitación" de las personas que renuncien voluntariamente a la homosexualidad.

"Este país ha decretado una amnistía para las personas que han llevado a cabo actividades criminales de naturaleza traicionera contra este país", dijo el fiscal general Kiryowa Kiwanuka en el comunicado.

"Se incluiría una disposición similar en esta ley para garantizar que no se criminaliza a una persona que sale del armario por su cuenta", dijo Kiwanuka.

Los llamados tratamientos de terapia de conversión, que supuestamente convierten a los homosexuales en heterosexuales, han sido ampliamente desacreditados por las asociaciones médicas como ineficaces y perjudiciales para la salud mental.

También se aconsejó a Museveni que buscara enmiendas al proyecto de ley para evitar que prosperara una impugnación judicial.

El fiscal general adjunto, Kafuuzi Jackson Karugaba, declaró en una carta remitida el jueves al presidente del Parlamento que había aconsejado al presidente que solicitara la revisión de varias disposiciones, entre ellas algunas redactadas de forma imprecisa y la que imponía la pena de muerte por homosexualidad agravada.

La activista por los derechos, Clare Byarugaba, encontró cierto consuelo en el retraso en la aprobación de la legislación.

"La decisión del presidente de no aprobar inmediatamente el proyecto de ley contra la homosexualidad 2023 es el indulto que tanto necesitaba la comunidad LGBTIQ", declaró a Reuters.