El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se felicitó el sábado de que S&P afirmara su calificación crediticia Aa-/A-1+ y su perspectiva estable para el país, a pesar de su advertencia de que las repercusiones de la controvertida reforma judicial del Gobierno podrían obstaculizar el crecimiento.

"Mantener la calificación positiva de Israel en un momento económico difícil a nivel mundial es un voto de confianza en la acertada política económica que estamos liderando", dijo Netanyahu en una declaración conjunta con el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich.

Después de que los planes de su coalición gobernante para limitar los poderes del Tribunal Supremo desataran protestas sin precedentes en Israel, disgustaran a los aliados occidentales y provocaran graves advertencias económicas, Netanyahu suspendió a finales de marzo la revisión judicial.

En su lugar, está negociando una reforma legal pactada con la oposición, en unas conversaciones que hasta ahora han dado pocas señales de progreso real.

S&P dijo el viernes que esperaba que se suavizaran las tensiones internas y se alcanzara un consenso. Pero la incertidumbre actual, dijo, puede pesar sobre el crecimiento, que pronosticó en un 1,5% para 2023.

El mes pasado, la agencia de calificación crediticia Moody's rebajó sus perspectivas para Israel, citando la revisión judicial. (Reportaje de Maayan Lubell Edición de Jason Neely y Mark Potter)