Aunque el gobierno británico subvenciona las facturas energéticas de los hogares hasta abril del año que viene, el hogar medio sigue pagando el doble cada mes por la calefacción y la luz que hace un año. Los salarios tampoco consiguen seguir el ritmo de la inflación británica, que fue del 9,9% en agosto.

Según los datos de la encuesta de Barclaycard, el 53% de los británicos tiene previsto recortar sus gastos discrecionales para poder hacer frente a sus facturas energéticas.

De ellos, el 60% está reduciendo la cantidad que come fuera en restaurantes, el 47% está gastando menos en beber en pubs, bares y discotecas y el 59% está recortando la compra de ropa y accesorios nuevos.

Los datos mostraron que el 51% de los británicos tiene previsto pasar más noches en casa en los próximos meses.

El 29% de los británicos se lleva ahora al trabajo un almuerzo para llevar o hecho en casa en lugar de comprar comida para llevar, mientras que el 28% está reduciendo el consumo de caprichos en el trabajo, como cafés y aperitivos. Un 13% incluso se salta por completo las comidas en el trabajo.

Según Barclaycard, el 65% de los británicos busca formas de ahorrar energía en casa.

De ellos, el 68% apaga las luces cuando sale de una habitación, el 57% se pone más capas de ropa y el 54% hierve sólo la cantidad de agua que necesita, en lugar de una tetera llena.

Los datos de Barclaycard coinciden con los del estudio de mercado Kantar de la semana pasada, que afirmaba que los británicos buscan formas más baratas de cocinar, ya que intentan evitar el uso del horno. Destacaba un aumento de las ventas de ollas de cocción lenta, freidoras de aire y sandwicheras, que generalmente consumen menos energía.

Kantar también destacó el aprovisionamiento de velas y edredones mientras la gente se prepara para posibles apagones invernales.

Los británicos también están comprando generadores portátiles y linternas.

(1 dólar = 0,8888 libras)