Noruega ofreció el miércoles amplias zonas de la región ártica para su ronda inaugural de concesión de licencias para la explotación minera de los fondos marinos y pretende adjudicar permisos de exploración durante la primera mitad de 2025, según informó el Ministerio de Energía del país.

Noruega podría convertirse en el primer país del mundo en iniciar la explotación minera comercial de los fondos marinos, con la esperanza de extraer minerales necesarios para los paneles solares, las turbinas eólicas y las baterías de los coches eléctricos que se necesitan para sustituir la energía de los combustibles fósiles.

"El mundo necesita minerales para la transición ecológica, y el gobierno quiere explorar si es posible extraer minerales del fondo marino de forma sostenible de la plataforma continental noruega", declaró en un comunicado el ministro de Energía, Terje Aasland.

El gobierno ha dicho anteriormente que las estimaciones oficiales preliminares de recursos mostraban acumulaciones sustanciales de metales y minerales, desde cobre hasta elementos de tierras raras.

En enero, el Parlamento noruego votó a favor de la apertura de unos 280.000 km2 (108.000 millas cuadradas) de zonas oceánicas entre la isla Jan Mayen y el archipiélago de Svalbard para la exploración minera de los fondos marinos.

Los 386 bloques propuestos el miércoles cubren alrededor del 38% de la superficie total abierta por el parlamento, y la selección se basó en las aportaciones de la industria, según informó el ministerio de Energía.

El Ministerio de Energía noruego publicó un mapa que muestra los bloques propuestos en alta mar (en amarillo):

Sin embargo, la explotación de los fondos marinos sigue siendo controvertida y los ecologistas impugnan los planes ante los tribunales.

Greenpeace declaró el miércoles que los bloques propuestos constituían un área "escandalosamente grande" dadas las advertencias previas de los científicos sobre el impacto potencial en los frágiles ecosistemas.

Los planes de exploración minera de los fondos marinos también se enfrentan a la oposición de varios países, entre ellos Francia, así como del Parlamento Europeo, que han pedido una moratoria mundial para disponer de más tiempo para comprender mejor el impacto sobre los organismos de las profundidades marinas.

El gobierno noruego ha afirmado que la fase inicial de exploración tendrá un impacto mínimo en los organismos del fondo marino y que las empresas necesitarán consentimientos separados antes de que pueda comenzar cualquier producción.