Las clases informales son gratuitas y las imparte Phung Thi Yen, que se formó como profesora de inglés pero que actualmente trabaja como oficinista.
Llega en un momento en el que un número creciente de estudios científicos demuestran los beneficios de aprender un idioma para mantener y mejorar las capacidades cognitivas, incluso para las personas mayores.
Loc nunca había estudiado una lengua extranjera, pero con sus recién adquiridas habilidades canta a coro con sus compañeros: "Nunca se es demasiado viejo para aprender inglés".
Leen en voz alta, repiten después del profesor y cantan canciones para intentar perfeccionar su pronunciación, una de las partes más difíciles de su trabajo.
"Los trabalenguas, las palabras con letras mudas, las palabras que tenemos que curvar los labios para pronunciar: estas cosas son muy difíciles para nosotros", dice Loc.
Yen, de 30 años, creó las clases hace cuatro años con el objetivo de ofrecer a los ancianos un lugar donde pudieran reunirse, socializar y aprender algo nuevo. Las personas mayores de Vietnam suelen vivir solas o con sus hijos en lugar de en residencias de ancianos.
Con el apoyo de su empleador, Yen saca tiempo de su trabajo diario para dar la clase de Loc y otras más. En la actualidad, ella y su grupo de voluntarios imparten clases a 200 ancianos.
Yen dice que sus alumnos se esfuerzan por aprender el idioma. El inglés es la lengua extranjera que más se enseña en Vietnam tras haberse convertido en una asignatura obligatoria en la escuela en la década de 1990.
"Estas abuelas se han esforzado mucho y han hecho un gran esfuerzo para llegar a donde están ahora. Como mínimo, se han hecho con un vocabulario considerable que pueden utilizar en su vida diaria", afirma Yen.
Loc dice que ha habido momentos de desánimo a lo largo de los cuatro años que lleva dando la clase, pero que le hace feliz poder entender a sus nietos cuando practican el inglés mientras hacen los deberes.
"Aunque seamos mayores, debemos intentar estudiar, porque el estudio ayuda al cerebro", dice.
