El joven de 23 años recibió un disparo en el pecho, dijo el Comité Central de Médicos Sudaneses, lo que eleva a 93 el número de muertos en la represión de las protestas desde el golpe militar del 25 de octubre.

Miles de personas marcharon hacia el palacio presidencial en el centro de Jartum, y fueron recibidas con fuertes gases lacrimógenos lanzados por las fuerzas de seguridad, dijo un reportero de Reuters. Se oyó el sonido de disparos y se vio a manifestantes heridos, entre ellos al menos dos con visibles manchas de sangre, que fueron trasladados.

Las fuerzas de seguridad impidieron que los manifestantes llegaran al palacio y los persiguieron hasta los barrios cercanos, dijo el reportero de Reuters.

Se pudo ver a miembros de la Policía de Reserva Central, sancionada la semana pasada por Estados Unidos por el uso excesivo de la fuerza, desplegados junto a otras fuerzas de seguridad.

Algunos manifestantes llevaban pancartas en las que se leía "6 de abril", en referencia a las protestas previstas en el aniversario de las mayores manifestaciones contra el ex presidente Omar al-Bashir en 2019, que dieron lugar a un gobierno de transición dirigido por civiles. El golpe de octubre puso fin a un acuerdo de reparto de poder entre los grupos políticos civiles y los militares.

Las protestas paralelas contra el golpe pudieron verse en las redes sociales en las ciudades de Puerto Sudán, Elobeid, Dongola y Gadaref. Las protestas han adquirido un carácter cada vez más económico, ya que la moneda del país se ha desplomado y los precios se han disparado.

El general Abdel Fattah al-Burhan, que dirige el país desde el golpe de Estado, ha viajado hoy a Chad, después de visitar Egipto el miércoles.

"Mantendremos la presión hasta que se produzca una explosión y obligaremos a los soldados a apartarse y a recuperar la democracia", declaró Hassan Yasin, un manifestante de 47 años.