El Gobierno portugués planea reintroducir exenciones fiscales para los residentes extranjeros en un esfuerzo por atraer a trabajadores cualificados, a pesar de las críticas recibidas en el pasado por considerar que el régimen avivaba los precios de la vivienda, según declaró el jueves el ministro de Economía.

El régimen, lanzado en 2009 para atraer a inversores y profesionales en un momento de crisis financiera, concedía a las personas que se convertían en residentes al pasar más de 183 días al año en Portugal un tipo impositivo especial del 20% sobre los ingresos de origen portugués derivados de "actividades de alto valor añadido", como el ejercicio de la medicina o la docencia en universidades.

El régimen de "residente no habitual" también incluía exenciones fiscales sobre casi todas las rentas extranjeras si tributaban en el país de origen y un tipo impositivo a tanto alzado del 10% sobre las pensiones de fuente extranjera.

El gobierno anterior decidió el año pasado deshacerse del régimen, calificándolo de "injusticia fiscal", pero el parlamento lo prorrogó entonces hasta finales de 2024 para los solicitantes que pudieran demostrar que habían preparado su traslado a Portugal durante 2023.

El ministro de Finanzas, Joaquim Miranda Sarmento, declaró al Financial Times, que informó por primera vez del nuevo plan, que los salarios y los ingresos profesionales seguirían ahora cubiertos por las exenciones fiscales, pero no las pensiones, los dividendos ni las plusvalías.

"Estamos revisando este esquema (porque) queremos atraer talento... cualificaciones que son altamente estratégicas para el país y que añaden valor a nuestra economía", dijo el ministro de Economía, Pedro Reis, en una rueda de prensa tras la reunión del gabinete del jueves que aprobó oficialmente el plan.

Es posible que el gobierno del primer ministro Luis Montenegro aún tenga dificultades para conseguir que el plan sea aprobado por el parlamento, ya que carece de mayoría absoluta.

Los datos mostraron que más de 74.000 personas se beneficiaron del plan de exenciones fiscales en 2022, lo que costó al presupuesto estatal más de 1.500 millones de euros (1.620 millones de dólares), un incremento anual del 18,5%.

El gobierno también aprobó el jueves un recorte del tipo normal del impuesto de sociedades al 15% para 2027 desde el 21% actual y un nuevo tipo impositivo mínimo obligatorio del 15% para todas las multinacionales que operan en Portugal y para las grandes empresas portuguesas.

Reis afirmó que también se han previsto nuevos incentivos a la inversión privada y a la fusión de empresas para que "compitan mejor con sus homólogas europeas".

Según los analistas, la baja productividad sigue minando la competitividad de las empresas portuguesas. En 2022, la productividad laboral era en Portugal un 28% inferior a la media de los 19 países de la zona euro, según datos de Eurostat.

(1 dólar = 0,9260 euros) (Reportaje de Catarina Demony y Sergio Goncalves; Edición de Frances Kerry y Gareth Jones)