Borno se encuentra en el centro de una insurgencia islamista de 15 años que ha matado a miles de personas y desplazado a millones más. Aunque el ejército nigeriano ha degradado las capacidades de los militantes, éstos siguen llevando a cabo ataques mortales contra civiles y objetivos de seguridad.
Barkindo Saidu, director general de la Agencia de Gestión de Emergencias del Estado de Borno, dijo que presuntos terroristas suicidas atacaron por separado una boda, un funeral y un hospital, matando e hiriendo a varias personas en la ciudad de Gwoza.
Saidu dijo que se habían confirmado 18 muertes, un balance que incluía niños, adultos y mujeres embarazadas. "El grado de las heridas oscila entre rupturas abdominales, fracturas de cráneo y fracturas de miembros", dijo.
Nadie ha reivindicado la autoría de los atentados.
La policía del estado de Borno no estaba inmediatamente disponible para hacer comentarios.
Boko Haram y su grupo escindido, la Provincia de África Occidental del Estado Islámico (ISWAP), son los grupos militantes más activos en Borno, una gran franja de interior rural del tamaño de Irlanda.