Aunque ambas partes han señalado un progreso limitado en las conversaciones de paz esta semana, Putin mostró pocos signos de ceder durante un discurso televisado en el que arremetió contra los "traidores y la escoria" de su país que ayudaban a Occidente, y dijo que el pueblo ruso los escupiría como mosquitos.

"Ambas partes se están tomando (las conversaciones) en serio, pero hay una brecha muy, muy grande entre las posiciones en cuestión", dijo un funcionario occidental, hablando bajo condición de anonimato.

"A aquellos... que vieron al presidente Putin dirigirse a la nación ayer se les perdonaría que pensaran que Rusia no estaba de humor para comprometerse", dijo otro funcionario.

Un negociador ucraniano ha dicho que un "modelo" de garantías de seguridad jurídicamente vinculantes que ofrecería a Ucrania protección de un grupo de aliados en caso de un futuro ataque está "sobre la mesa de negociación" en las conversaciones entre Kiev y Moscú.

Un funcionario occidental dijo que los detalles sobre quién sería el garante de seguridad eran objeto de conversaciones con los socios internacionales, pero que era importante establecer los términos.

Preguntados por el papel de China en el conflicto y su disposición a suministrar armas a Rusia, los funcionarios occidentales dijeron que creían que la respuesta de China estaba aún en proceso de formulación.

"A sus dirigentes les gustaría apoyar a Rusia (...) pero son cada vez más conscientes (...) de a) lo mal que va esto en este momento y b) de algunos de los golpes de reputación asociados a estar en el campo ruso", dijo un funcionario. "Es un panorama complejo y en absoluto estático".