Las dos empresas japonesas dijeron en un comunicado que formarían una empresa conjunta este año y que su objetivo es empezar a vender el primer modelo en 2025.

Honda se encargará de fabricar el primer modelo, mientras que Sony desarrollará la plataforma de servicios de movilidad.

Esto ocurre después de que el director ejecutivo de Sony, Kenichiro Yoshida, anunciara en enero sus planes de crear una nueva empresa, Sony Mobility, diciendo que estaba explorando el lanzamiento comercial de vehículos eléctricos.

Aunque su posición antaño dominante en la electrónica de consumo se ha visto erosionada por rivales asiáticos como Samsung, Sony sigue contando con tecnología sofisticada en áreas como los sensores, que son fundamentales para la conducción autónoma.

El rápido cambio hacia la adopción de los vehículos eléctricos en todo el mundo crea oportunidades para que las empresas tecnológicas se incorporen al mercado automovilístico, ya que estos vehículos son más fáciles de fabricar que los coches con motor de combustión interna.

Pero, al mismo tiempo, las empresas tecnológicas se enfrentan al reto de cumplir con las rigurosas normativas de seguridad y de fabricar coches capaces de soportar condiciones de conducción difíciles.