La Organización Mundial de la Salud dijo en 2016 que Japón había vigilado de cerca la contaminación de los alimentos y aplicado medidas de protección para evitar la venta y distribución de alimentos contaminados dentro y fuera de Japón tras el tsunami y el desastre nuclear de Fukushima.

Japón ha dicho que muchas naciones, como Estados Unidos y Australia, habían levantado o suavizado las restricciones relacionadas con Fukushima y que se están exportando alimentos de Fukushima, incluido el arroz, a mercados como el de Tailandia.

Taiwán ha prohibido las importaciones de productos alimentarios procedentes de cinco prefecturas de Japón tras la fusión de la central nuclear de Fukushima, provocada por un gran terremoto y un tsunami, el peor desastre nuclear del mundo desde Chernóbil 25 años antes.

Taiwán ha mantenido la prohibición a pesar de las reiteradas quejas de Japón, que afirma que los alimentos son ya seguros.

El Gabinete de Taiwán dijo que los países de todo el mundo han levantado sus restricciones, y que sólo Taiwán y China mantienen la prohibición.

"En el futuro, el gobierno ajustará las medidas de control de las importaciones de alimentos procedentes de los alrededores de Fukushima en Japón", dijo, añadiendo que los detalles se darían en una conferencia de prensa el martes.

Añadió que el gobierno realizaría inspecciones más estrictas que las normas internacionales y aplicaría controles específicos para comprobar la seguridad de los alimentos y garantizar que no haya problemas de salud.

El principal partido de la oposición de Taiwán, el Kuomintang, ha dicho que luchará contra cualquier levantamiento de la prohibición, cuyo momento se ha rumoreado en los medios de comunicación taiwaneses durante semanas, y calificó el anuncio del Gabinete de "ataque sorpresa".

En un referéndum celebrado en 2018, los taiwaneses votaron por un amplio margen a favor de mantener la prohibición.

Taiwán solicitó el año pasado su adhesión al Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, o CPTPP, del que forma parte Japón, y espera que al levantar la prohibición de los alimentos de Fukushima pueda demostrar que es un miembro responsable y fiable del sistema comercial mundial.