El martes, la presidenta hondureña, Xiomara Castro, anunció que el gobierno buscaría lazos diplomáticos con Pekín, lo que se produciría a expensas de Taiwán, que China reclama como territorio propio.

El ministro de Asuntos Exteriores de Castro, Enrique Reina, dijo el miércoles que el pivote hacia China se debía en parte a que Honduras estaba "hasta el cuello" en retos financieros y deudas -incluidos los 600 millones de dólares que debe a Taiwán.

Hablando en una recepción ante una audiencia que incluía a embajadores del puñado de países que aún mantienen lazos formales con Taiwán, aunque no al embajador hondureño, Wu dijo que Taiwán seguiría siendo "ágil, pragmático, resistente y amable".

"Como miembro responsable de la comunidad internacional, siempre estamos más que dispuestos a compartir nuestros conocimientos y experiencia con nuestros aliados y socios afines", declaró Wu.

"A lo largo de los años hemos colaborado con nuestros aliados diplomáticos para apoyar sus planes nacionales de desarrollo con el fin de elevar el bienestar de sus pueblos", añadió.

"A pesar de la sombra del gran matón del vecindario, Taiwán no cederá", dijo Wu, en clara referencia a China. "Seguirá manteniéndose firme como una fuerza del bien en el mundo".

La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, también asistió al acto, sentada en una mesa con embajadores de naciones aliadas, entre ellos el embajador de Paraguay, cuyo país celebra elecciones el mes que viene que podrían suponer también el fin de sus lazos con Taiwán.

Tsai hizo breves comentarios agradeciendo a los países su apoyo a Taiwán a nivel internacional. Al igual que Wu, no mencionó directamente a Honduras.

Si Honduras se deshiciera de Taiwán, dejaría a la isla con sólo 13 aliados diplomáticos, en su mayoría naciones pequeñas y en desarrollo de América Latina, el Caribe y el Pacífico.

China afirma que Taiwán es una de sus provincias sin derecho a vínculos de Estado a Estado, una opinión que el gobierno democráticamente elegido de Taipei rechaza enérgicamente.