KIEV/CERCA DE SOLEDAR, Ucrania, 13 ene (Reuters) - Ucrania declaró que sus soldados están resistiendo a las fuerzas rusas en Soledar, mientras más de 500 civiles, incluidos menores, permanecían atrapados en la ciudad minera del este del país.

En un discurso difundido por vídeo, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski expresó el jueves su agradecimiento a dos unidades del ejército en Soledar que, según dijo, "están manteniendo sus posiciones e infligiendo pérdidas significativas al enemigo". No dio más detalles.

Zelenski dijo que él y los altos mandos ucranianos analizaron la necesidad de refuerzos en Soledar y las ciudades cercanas en la zona industrial oriental conocida como el Dombás, así como los siguientes pasos para los próximos días.

El grupo de mercenarios Wagner, dirigido por un aliado del presidente ruso Vladimir Putin, afirmó haber tomado Soledar tras intensos combates que, según dijo, dejaron la ciudad sembrada de muertos ucranianos.

Moscú, sin embargo, se ha abstenido de proclamar oficialmente una victoria, que supondría su primer avance significativo en la guerra en seis meses.

"Por el momento, todavía quedan algunos pequeños focos de resistencia en Soledar", declaró Andrei Bayevsky, un político local prorruso, en una transmisión por internet.

Reuters no pudo verificar la situación de forma independiente.

El gobernador de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, declaró a la televisión estatal ucraniana que 559 civiles permanecían en Soledar, entre ellos 15 menores, sin poder ser evacuados de la comunidad, que antes del inicio de la guerra tenía una población de unos 10.000 habitantes.

CALLES DESIERTAS

Las imágenes obtenidas por Reuters de una evacuación médica de Soledar llevada a cabo por soldados ucranianos mostraban calles desiertas en las que sólo quedaban en pie unos pocos edificios en ruinas, entre árboles volados y escombros humeantes.

Soledar se encuentra a menos de 10 km al noreste de la ciudad de Bajmut, donde los combates han hecho estragos durante meses en una de las batallas más sangrientas de la guerra, apodada la "picadora de carne".

"Incluso si tanto Bajmut como Soledar caen en manos de los rusos, no va a tener un impacto estratégico en la guerra en sí", dijo a los periodistas en la Casa Blanca el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, "y desde luego no va a detener a los ucranianos ni a ralentizarlos."

Oleksandr Kovalenko, analista del grupo político-militar ucraniano Information Resistance, dijo que la batalla por Soledar ha aliviado la presión sobre la ciudad más estratégica de Bajmut.

"Soledar ya ha cumplido su función principal: extraer una gran cantidad de recursos rusos y destruirlos", dijo en el sitio web de medios nv.ua.

Kovalenko dijo que las minas de sal de Soledar podrían resultar lucrativas para Rusia, si sus fuerzas logran tomar la ciudad.

Dijo que las fuerzas ucranianas controlan el suroeste y el centro de Soledar, pero advirtió que "mantener ese control tiene un coste de vidas humanas".

PRESUNTOS CRÍMENES DE GUERRA

La invasión de Ucrania ordenada por Moscú en febrero, la mayor guerra en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, ha dado lugar a más de 50.000 denuncias de presuntos crímenes de guerra, según el principal fiscal ucraniano para crímenes de guerra, Yuriy Belousov.

Las denuncias de presuntas torturas por parte de las fuerzas rusas incluyen descargas eléctricas en los genitales y otras partes del cuerpo, palizas, diversas formas de asfixia y violencia sexual.

Moscú afirma que está llevando a cabo lo que denomina una "operación militar especial" en Ucrania, sosteniendo que su objetivo es proteger la seguridad de Rusia y negando haber cometido crímenes de guerra o atacado a civiles. Moscú, por su parte, acusa a Ucrania de crímenes de guerra, y a Occidente de ignorarlos.

Naciones Unidas declaró en noviembre que había encontrado pruebas de que ambos bandos habían torturado a prisioneros de guerra.

CAMBIO DE LIDERAZGO

Los observadores del Kremlin analizaban el último cambio de liderazgo ruso en el campo de batalla, un día después de que Valery Gerasimov, jefe del Estado Mayor del ejército de Rusia, recibiera inesperadamente el mando directo de la invasión.

El anterior comandante, con tres meses de antigüedad, el general Serguéi Surovikin, fue degradado en la práctica para convertirse en uno de los tres adjuntos de Gerasimov.

Moscú explicó la decisión --al menos el tercer cambio brusco de comandante en jefe en los 11 meses de conflicto-- como una respuesta a la creciente importancia de la campaña.

En toda Ucrania, las líneas del frente apenas se han movido desde la última gran retirada rusa en el sur, hace dos meses. Kiev espera que el armamento pesado de los aliados occidentales le permita reanudar los avances.

Los países occidentales han empezado a ofrecer a Kiev armamento avanzado, como el sofisticado sistema estadounidense de misiles Patriot. Estados Unidos, Alemania y Francia prometieron la semana pasada vehículos blindados de combate, mientras que las últimas peticiones de Ucrania se han centrado en carros de combate.

El presidente polaco, Andrzej Duda, prometió a Ucrania 14 carros de combate Leopard de fabricación alemana. Zelenski declaró a la emisora estatal polaca TVP Info que esto podría allanar el camino para que otros países hagan lo mismo. Reino Unido está considerando la posibilidad de enviar tanques al país.

Putin ordenó la invasión de Ucrania el 24 de febrero, alegando que los lazos de Kiev con Occidente amenazaban la seguridad de Rusia. Ucrania y sus aliados la califican de guerra no provocada para apoderarse de territorios.

(Reporte de Reuters; escrito por Cynthia Osterman y Michael Perry; edición de Grant McCool y Lincoln Feast & Simon Cameron-Moore; editado en español por Darío Fernández)