La oficina local del Ministerio del Interior cerró por primera vez la mezquita durante seis meses el 14 de marzo por considerar que promovía el islamismo radical, incitaba al odio y justificaba el terrorismo. Un tribunal administrativo local suspendió el cierre 10 días después, decisión que el gobierno recurrió.

El martes, el Conseil d'Etat rechazó el recurso, considerando el cierre "una violación grave y manifiestamente ilegal de la libertad de culto", según un documento del tribunal.

Es la primera vez que el tribunal no confirma la decisión de un gobierno de cerrar una mezquita basándose en un "memorándum blanco", un documento redactado por los servicios de inteligencia franceses, lo que supone la última tendencia de cierre de mezquitas por parte de las autoridades utilizando una serie de poderes que, según los grupos de derechos y los abogados, vulneran las libertades democráticas.

Entre las acusaciones iniciales contra la mezquita de Pessac estaba el hecho de compartir opiniones pro-palestinas en las redes sociales, que según el gobierno eran antisemitas, o mensajes de apoyo a personalidades y organizaciones "que promueven un islam radical".

Pero el abogado de la mezquita, Sefen Guez Guez, dijo que nada en el caso establecía un vínculo entre las actividades de la mezquita y la incitación al terrorismo. Dijo que la mezquita de Pessac era un lugar de culto abierto y pacífico, cuyos miembros se movilizaron para defenderse con éxito reuniéndose frente a los tribunales durante las dos audiencias.

"Esta decisión sienta un precedente jurídico que frenará los sucesivos cierres de mezquitas que hemos visto estos últimos meses, dijo Guez Guez a Reuters. "Esperamos que sea una señal de enfriamiento".

El Ministerio del Interior dijo que había tomado debida nota de la decisión y declinó hacer más comentarios, según dijo un portavoz a Reuters.