El corrimiento de tierras se produjo hacia el mediodía del sábado en la comuna de Dibaya Lubwe, en la provincia de Kwilu. Envió una cascada de arcilla y escombros hasta las orillas del río Kasai, donde atracaba un barco y la gente lavaba la ropa.

El gobernador provincial interino, Felicien Kiway, dijo que hasta el momento se habían sacado 12 cadáveres de entre los escombros, entre ellos nueve mujeres, tres hombres y un bebé.

"Alrededor de 50 personas están desaparecidas pero seguimos buscando entre la arcilla", dijo, añadiendo que las posibilidades de encontrar supervivientes eran escasas ya que el siniestro se había producido 12 horas antes.

El coordinador de un grupo local de la sociedad civil, Arsene Kasiama, dijo que el corrimiento de tierras también cayó sobre la gente que compraba en un mercado.

Dio un balance de 11 muertos, siete supervivientes gravemente heridos y más de 60 personas aún desaparecidas.

La mala planificación urbana y las deficientes infraestructuras en todo el Congo hacen que las comunidades sean más vulnerables a las precipitaciones extremas, cada vez más intensas y frecuentes en África debido al calentamiento de las temperaturas, según los expertos en clima.