Kakwenza Rukirabashaija está detenido por el ejército desde el 28 de diciembre, cuando unos hombres armados irrumpieron en su casa y se lo llevaron.

Su abogado ha dicho que ha sido torturado y que en un momento dado estuvo orinando sangre https://www.reuters.com/article/uganda-politics-idAFL8N2TL1S2. La policía y los militares no han respondido a las acusaciones de tortura.

Fue acusado de "comunicación ofensiva", según el pliego de cargos. Citaba sus tuits de diciembre en los que criticaba a Museveni y a su hijo, Muhoozi Kainerubaga, general y comandante de las fuerzas terrestres del ejército.

Rukirabashaija, decía la hoja de cargos, de comunicaciones ofensivas "utilizó voluntaria y repetidamente su mango de twitter... para perturbar la paz de su Excelencia el presidente de Uganda general Yoweri Kaguta Museveni sin ningún propósito de comunicación legítima".

Quedó en prisión preventiva y se espera que vuelva a comparecer ante el tribunal el 21 de enero.

Novelista, Rukirabashaija ha escrito varios libros, pero su obra más aclamada es la novela satírica "El bárbaro codicioso", por la que el año pasado ganó el premio PEN Pinter al Escritor Internacional de Coraje.

La novela aborda temas de corrupción y codicia y se ha interpretado ampliamente en Uganda como una referencia a la vida política de Museveni. Anteriormente fue detenido e interrogado por los militares sobre si la novela trataba de Museveni.

Su detención se ha ahogado y las acusaciones de tortura han suscitado críticas y presiones para su liberación por parte de activistas locales y diplomáticos y defensores de los derechos internacionales, entre ellos el miembro de mayor rango del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, Jim Risch, y Eamon Gilmore, Representante Especial de la UE para los Derechos Humanos.

"Estoy alarmado por los informes sobre presuntas torturas y detención en régimen de incomunicación del autor @KakwenzaRukira", tuiteó Gilmore el 5 de enero y exigió su liberación.

Días antes de ser detenido, Rukirabashaija publicó varios comentarios críticos con Museveni y Muhoozi, incluido uno en el que decía que Muhoozi era "obeso", atacaba sus credenciales militares y denunciaba los supuestos planes para que sucediera a su padre.