Abe, el líder más longevo del Japón moderno, recibió un disparo mortal a corta distancia durante un mitin de campaña el 8 de julio.

El vicepresidente de Taiwán, William Lai, asistió al funeral privado de Abe menos de una semana después a título personal como amigo suyo, aunque el viaje suscitó una queja diplomática de Pekín, que considera la isla como su propio territorio.

La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán, Joanne Ou, dijo que "ya habían recibido la notificación de la parte japonesa" sobre el funeral de Estado del 27 de septiembre.

"En cuanto a los candidatos para que nuestro personal asista al funeral de estado del ex primer ministro Abe, todavía lo estamos discutiendo y planificando", dijo.

Taiwán está en estrecho contacto con Japón y hará un anuncio "de manera oportuna tras completar los planes pertinentes", añadió Ou, sin dar más detalles.

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, también acudirá al funeral, lo que podría dar a quien envíe Taiwán la oportunidad de interactuar con ella.

En enero, Harris y Lai mantuvieron una breve conversación en la toma de posesión del nuevo presidente hondureño en Tegucigalpa, un raro encuentro que fue muy simbólico y provocó la ira de Pekín.

Abe, asesinado a tiros en un acto de campaña, era una figura popular en Taiwán por su apoyo a la isla, aunque Japón, como la mayoría de los países, tiene relaciones diplomáticas formales con Pekín, no con Taipei.