La agencia indonesia de meteorología (BMKG) dijo que el terremoto se produjo a 52 km de la provincia de Banten a una profundidad de 10 km, pero no activó una alerta de tsunami. La magnitud se informó inicialmente en 6,7 pero se rebajó a 6,6.

No hubo informes inmediatos de víctimas y el BMKG advirtió a la gente que permaneciera en casa, después de que se registraran cinco réplicas, la más fuerte de las cuales alcanzó una magnitud de 5,7.

"Desde el interior de una casa, se sintió como si pasara un camión", dijo el jefe del BMKG, Dwikorita Karnawati, en una conferencia de prensa transmitida en directo.

En Yakarta, los temblores se sintieron con fuerza durante más de un minuto, dijeron testigos de Reuters.

Indonesia se encuentra a caballo entre el llamado "Cinturón de Fuego del Pacífico", una zona de gran actividad sísmica, en la que confluyen diferentes placas de la corteza terrestre y que genera un gran número de terremotos y volcanes.

"Me asusté mucho, de repente hubo un temblor y fue muy fuerte", dijo la niñera de 38 años, Ani, que sólo usa un nombre.

"Cuando lo sentí cogí directamente al bebé de mi empleada y corrí escaleras abajo".

Otra residente, Ade, de 34 años, estaba en el piso 15 de un apartamento de Banten.

"Estaba en una reunión de Zoom cuando todos gritaron '¡Terremoto!'", dijo Ade, que no quiso dar su segundo nombre.

"Los temblores eran tan fuertes y yo estaba en estado de shock, no pude bajar inmediatamente, necesitaba estabilizar mi cuerpo".

El terremoto se sintió también en las provincias de Java Occidental y Lampung, en la isla de Sumatra.

La agencia dijo que había recibido informes iniciales de daños en Pandeglang, en Banten, pero no proporcionó más detalles.

En declaraciones a Kompas TV, el gobernador de Banten, Wahidin Halim, dijo que cuatro casas habían resultado dañadas, que una escuela islámica se había derrumbado y que habían aparecido grietas en una mezquita.

El mes pasado, un terremoto de 7,4 grados de magnitud sacudió el este del país, desencadenando una alerta de tsunami y haciendo huir a los residentes de sus casas, pero causando sólo daños menores.