En octubre de 2022, Kenia levantó una prohibición de 10 años sobre los cultivos transgénicos en respuesta a la peor sequía de la región de África oriental en 40 años. Las autoridades esperaban que la eliminación de la prohibición mejoraría el rendimiento del maíz, así como reforzaría la seguridad alimentaria.

Kenia aún no ha cultivado ni importado ningún cultivo transgénico desde el levantamiento de la prohibición.

En enero, el Colegio de Abogados de Kenia impugnó la decisión, alegando que el gobierno no había recabado la opinión del público.

Un cultivo transgénico contiene material genético que no se encuentra de forma natural en la planta, para protegerla mejor contra las enfermedades, por ejemplo. Los agricultores los han adoptado ampliamente en algunos países como Estados Unidos, pero los críticos afirman que su seguridad para la salud humana y el medio ambiente no está demostrada.

La decisión de Kenia de levantar la prohibición de los cultivos transgénicos provocó que los grupos de agricultores dijeran que fue precipitada y no abordó las preocupaciones sanitarias.

A los agricultores también les preocupaba que la dependencia de los cultivos transgénicos les llevara a depender de las semillas de las grandes empresas extranjeras que poseen las patentes de las mismas.

En su sentencia, el Tribunal de Medio Ambiente y Tierras dijo que el Colegio de Abogados no había demostrado que las leyes de Kenia sobre cultivos transgénicos violaran su constitución.

El tribunal afirmó que, aunque no había tenido que pronunciarse sobre si los cultivos transgénicos eran seguros o no, existían suficientes instituciones gubernamentales para comprobar su seguridad.

No fue posible contactar de inmediato con el Colegio de Abogados para obtener sus comentarios.

Por otra parte, el mismo tribunal anuló una orden gubernamental por la que se levantaba la prohibición de talar en los bosques de todo el país impuesta en 2018, alegando que las autoridades no habían consultado al público antes de dar la orden en julio.