El irlandés Bacon fue uno de los artistas más aclamados del siglo XX, conocido por su idiosincrático enfoque de la figura humana.

La exposición, en la Royal Academy of Arts, pretende mostrar cómo creía que podía difuminarse la línea entre los humanos y los animales y sus formas e instintos.

"Realmente creía fundamentalmente que, bajo el finísimo barniz de la civilización, todos somos en última instancia animales, formamos parte del reino animal", dijo a Reuters la directora de exposiciones de la Royal Academy of Arts, Andrea Tarsia.

Bacon, que falleció en 1992 a los 82 años, era hijo de un criador de caballos que realizaba viajes de naturaleza a Sudáfrica y estudiaba la fotografía de animales para inspirarse.

"Es muy conocido por sus figuras gritonas de cabezas inclinadas hacia atrás con la boca abierta y esta especie de grito silencioso y poderoso que parece emanar de sus cuadros, que se deriva directamente de una fotografía de un chimpancé que utilizó como material de partida", dijo Tarsia.

La exposición abarca los 50 años de carrera de Bacon, presentando lienzos tempranos así como su obra final, junto a un trío de pinturas taurinas que se expondrán juntas por primera vez.

"Francis Bacon: El hombre y la bestia" estará abierta del 29 de enero al 17 de abril.