El ataque tuvo lugar en el territorio de Kwamouth, en la provincia de Mai-Ndombe, donde dos comunidades rivales - los teke y los yaka - han estado luchando por la tierra a lo largo del río Congo.
Combatientes de una milicia predominantemente yaka conocida como Mobondo protagonizaron el asalto en el pueblo de Kinsele, a unos 130 al noreste de la capital, Kinshasa.
El portavoz del ejército congoleño, Sylvain Ekenge, declaró que también murieron 35 asaltantes, así como una de las esposas del soldado.
El jefe de la cercana aldea de Kimomo dijo que murieron un mayor, un teniente, dos capitanes y cinco soldados.
"Sorprendieron a los soldados en su puesto hacia las 5 de la mañana", dijo Stanys Libye. "Los militares tomaron represalias y algunos de los asaltantes fueron dominados".
La violencia intercomunal en Kwamouth ha matado a cientos de civiles de ambos bandos y ha destruido infraestructuras desde que estalló en 2022.
Los enfrentamientos han continuado a pesar del acuerdo de alto el fuego firmado en abril de 2024 entre los jefes tradicionales teke y yaka y los mobondo ante el presidente del Congo, Félix Tshisekedi.
Algunos jefes tradicionales han impugnado el acuerdo, afirmando que no era integrador.
El Congo también lucha contra las milicias armadas en el este del país, donde un grupo rebelde conocido como el M23 lleva a cabo una importante insurgencia desde 2022.
