Uniqlo dio un giro de 180 grados a lo largo del día, después de que su director general, Tadashi Yanai, dijera inicialmente que la empresa planeaba mantener sus tiendas abiertas allí, porque "la ropa es una necesidad de la vida".

Pero, el jueves, dijo que no podía continuar con el negocio en el país debido a "una serie de dificultades".

Ahora, junto con algunos de los últimos nombres como Japan Tobacco, se ha unido a un creciente grupo de marcas mundiales que rehúyen a Rusia tras su invasión de Ucrania.

En un comunicado, la empresa matriz de Uniqlo, Fast Retailing, también condenó "todas las formas de agresión que violan los derechos humanos".

Un residente de Moscú expresó su preocupación por los que se quedarán sin trabajo tras la salida de la empresa.

"Es triste que tantas marcas mundiales suspendan su trabajo en Rusia. Y es una pena que tanta gente se quede sin trabajo. Esta situación es horrible y espero que pronto todo cambie y vuelva a la normalidad".

El éxodo de las empresas japonesas en particular ha cobrado fuerza, y muchas describen las decisiones en términos prácticos.

Entre ellas, Toyota ha citado los obstáculos logísticos para suspender sus operaciones en Rusia, a medida que más países imponen sanciones a Moscú y los transportistas suspenden las rutas hacia allí.

Moscú, que califica la guerra en Ucrania de "operación militar especial", ha advertido que podría nacionalizar los activos extranjeros inactivos como represalia a las sanciones occidentales.

El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que su país saldrá fortalecido y más independiente de las sanciones occidentales, que según él son inevitables.