Las elecciones parlamentarias del pasado domingo han sumido a Francia en aguas inexploradas, con la aparición de tres bloques políticamente divergentes y sin un camino evidente para formar gobierno.
El Nuevo Frente Popular (NFP), una alianza apresuradamente ensamblada del partido de izquierda dura France Unbowed y los partidos Socialista, Verde y Comunista, ganó inesperadamente el mayor número de escaños en la votación del domingo, pero no obtuvo una mayoría absoluta.
"Sea cual sea la opción elegida, debemos reducir el déficit", declaró Villeroy a franceinfo, añadiendo que la economía francesa resistía bien aunque seguía siendo frágil. (Reportaje de Benoit Van Overstraeten; Edición de Sudip Kar-Gupta)