Activision Blizzard, el mayor editor de videojuegos de Estados Unidos, es conocido por crear algunas de las franquicias de juegos más famosas, como Call of Duty y World of Warcraft. Microsoft ha ofrecido 95 dólares por acción para hacerse con su objetivo, una prima del 25% sobre el precio actual del editor. 
 
Nada más anunciarse, esta gigantesca operación llamó la atención de las autoridades de competencia de Estados Unidos, Europa y el Reino Unido. De hecho, la entidad fusionada controlaría casi dos tercios del mercado de videojuegos alojados en la nube. 
 
Para tranquilizar a sus rivales y a los reguladores, Microsoft ya ha hecho concesiones. Bajo la presión de Sony, el grupo estadounidense se ha comprometido a preservar la accesibilidad del juego Call of Duty en la Playstation durante al menos 10 años. Esto supone un alivio para el grupo japonés, cuyas consolas deben gran parte de su éxito al famoso shooter. Estas concesiones no son necesariamente suficientes para las autoridades, en particular la CMA (Competition and Markets Authority, la autoridad británica de defensa de la competencia), que está haciendo campaña a favor de la venta de la franquicia Call of Duty para apoyar la fusión.
 
Activision no está preocupada. La dirección confía en el éxito de la adquisición, sin enajenación de activos. En Microsoft esperan superar las objeciones de las autoridades gracias a un enorme arsenal jurídico.


Situación del balance de Activision Blizzard
Dejémonos de noticias y centrémonos en lo esencial. Si la adquisición se bloquea definitivamente antes del 18 de abril de 2023, Microsoft tendrá que pagar a Activision una penalización de 2.500 millones de dólares. Si el bloqueo se produce después de esa fecha, la indemnización ascenderá a 3.000 millones de dólares, es decir, aproximadamente un año y medio de beneficios para el padre de World of Warcraft. 
 
En los últimos cinco ejercicios, Activision ha obtenido unos ingresos medios (muy estables) de 7.700 millones de dólares y un flujo de caja libre medio de 2,2 dólares, incluidas las opciones sobre acciones.
 
Con el precio de la acción rondando los 75 $, estamos por tanto ante un múltiplo de x34 veces el beneficio (estimación conservadora aquí, SBC totalmente reexpresada). En caso de fallo, la penalización pagada por Microsoft nos daría un desembolso de entre 3,1 y 3,8 dólares por acción, lo que daría un múltiplo de valoración ajustado actual de alrededor de x32 de beneficios.



Evolución del precio objetivo en 18 meses
Fuente: MarketScreener

Aunque el éxito de la editora continúa, hay que tener en cuenta que no ha crecido en los últimos cinco años y que las ventas, muy dependientes de Call of Duty, incluso han descendido en 1.200 millones de dólares entre 2021 y 2022. Si los reguladores se opusieran a la fusión de ambos grupos, la capitalización bursátil de Activision Blizzard probablemente se vería muy reducida. Invertir en el editor es, por tanto, apostar directamente por el éxito de la adquisición por parte de Microsoft, una apuesta arriesgada a menos que se esté muy atento a los reguladores. 

Clasificaciónes Surperformance de Activision Blizzard