El consejero delegado de United, Scott Kirby, voló recientemente a Toulouse para sondear al fabricante de aviones sobre un posible acuerdo quid-quo-pro después de que una emergencia en pleno vuelo de un 737 MAX 9 de Alaska Airlines suscitara nuevas dudas sobre la certificación del ya retrasado MAX 10, dijeron.
"United Airlines ha mantenido conversaciones con Airbus sobre posibles alternativas al pedido del MAX 10. Que yo sepa no se ha llegado a ningún acuerdo", dijo una persona familiarizada con las conversaciones.
Airbus y United Airlines declinaron hacer comentarios.
El viaje de Kirby a Toulouse, del que no se había informado anteriormente, es el último giro en una crisis cada vez mayor en la que está sumida Boeing, mientras el fabricante de aviones trata de tranquilizar al público y a los reguladores sobre la calidad y seguridad de la producción, al tiempo que evita que se deshagan pedidos clave. (Reportaje de Tim Hepher, Rajesh Kumar Singh, Reportaje adicional de Valerie Insinna. Edición de Jane Merriman)