10 ene (Reuters) - El ADN obtenido a partir de los huesos y dientes de europeos que vivieron hace 34.000 años está aportando información sobre el origen de la esclerosis múltiple, al descubrir que las variantes genéticas que ahora aumentan su riesgo sirvieron en su día para protegerles de enfermedades transmitidas por los animales.

Los hallazgos se derivan de una investigación en la que se secuenció el ADN antiguo de 1.664 personas procedentes de diversos lugares de Europa Occidental y Asia. Estos genomas se compararon después con el ADN moderno del Biobanco del Reino Unido, compuesto por unas 410.000 personas autoidentificadas como "blanco-británicas" y más de 24.000 nacidas en el extranjero, para discernir los cambios a lo largo del tiempo.

Un descubrimiento sorprendente fue el relacionado con la esclerosis múltiple, una enfermedad crónica del cerebro y la médula espinal considerada un trastorno autoinmune en el que el organismo se ataca a sí mismo por error.

Los investigadores identificaron un acontecimiento migratorio crucial hace unos 5.000 años, a principios de la Edad de Bronce, cuando unos pastores llamados yamnaya se trasladaron a Europa occidental desde una zona que incluye la actual Ucrania y el sur de Rusia.

Eran portadores de rasgos genéticos que en aquella época resultaban beneficiosos, ya que les protegían de las infecciones que podían contraer sus ovejas y vacas. A medida que las condiciones sanitarias mejoraron a lo largo de los milenios, estas mismas variantes aumentaron el riesgo de esclerosis múltiple. Esto ayuda a explicar, según los investigadores, por qué los europeos del norte tienen la mayor prevalencia de EM del mundo, el doble que los del sur.

"Somos producto de la evolución que tuvo lugar en entornos pasados y, en muchos aspectos, no estamos óptimamente adaptados al entorno que nos hemos creado hoy", afirmó el genetista de poblaciones Rasmus Nielsen, de la Universidad de California en Berkeley, uno de los responsables de la investigación publicada el miércoles en la revista Nature.

Hace unos 11.000 años, los agricultores de la zona de la actual Turquía se expandieron por Europa occidental, sustituyendo a los cazadores-recolectores. Fueron estos agricultores a los que más tarde remplazaron los yamnaya.

"Los yamnaya fueron los primeros verdaderos nómadas de Europa. Utilizaban ganado domesticado y caballos para acceder al interior de la estepa asiática, donde hay poco que comer o beber, por lo que llevaban todo consigo en carromatos. Físicamente eran inusualmente grandes, lo que podemos comprobar midiendo los esqueletos, y también genéticamente, y aparentemente bastante violentos", afirma William Barrie, genetista de la Universidad de Cambridge y coautor del estudio.

(Editado en español por Carlos Serrano)