En virtud de la Ley de Mercados Digitales (DMA) de la Unión Europea, que la empresa deberá cumplir antes del 7 de marzo, Google está obligada a tratar los servicios y productos rivales de la misma forma que trata los propios cuando los clasifica en los resultados de búsqueda.

También se le exige que permita a los usuarios empresariales acceder a los datos que generan al utilizar la plataforma de Google.

"Introduciremos unidades dedicadas que incluyan un grupo de enlaces a sitios de comparación de toda la web y accesos directos de consulta en la parte superior de la página de búsqueda para ayudar a los usuarios a refinar su búsqueda, incluso centrando los resultados sólo en los sitios de comparación", explica Google en su blogpost.

"Para categorías como hoteles, también empezaremos a probar un espacio dedicado para que los sitios de comparación y los proveedores directos muestren resultados individuales más detallados que incluyan imágenes, clasificación por estrellas y mucho más". Estos cambios supondrán la eliminación de algunas funciones de la página de búsqueda, como la unidad Google Flights", señaló.

Los sitios de comparación rivales han estado entre los más críticos con las prácticas de búsqueda de Google, con una denuncia la década pasada que resultó en una multa antimonopolio de la UE de 2.420 millones de euros (2.630 millones de dólares).

Otros cambios que se producirán en las próximas semanas permitirán a los propietarios de teléfonos Android cambiar fácilmente su motor de búsqueda o navegador predeterminado y a los usuarios de servicios y productos de Google trasladar sus datos a una aplicación o servicio de terceros.

Los usuarios europeos verán un banner de consentimiento adicional para preguntarles si algunos servicios de Google pueden seguir compartiendo datos de anuncios dirigidos.

Google advirtió de que algunas empresas y usuarios podrían no estar satisfechos con sus propuestas, que aún están sujetas a cambios antes del 7 de marzo.

"Aunque apoyamos muchas de las ambiciones de la DMA en torno a las opciones de los consumidores y la interoperabilidad, las nuevas normas implican compromisos difíciles, y nos preocupa que algunas de estas normas reduzcan las opciones disponibles para las personas y las empresas en Europa", afirmó.

(1 dólar = 0,9204 euros)