Google, de Alphabet, hizo el martes un último esfuerzo ante el máximo tribunal europeo para anular una multa antimonopolio de la UE de 2.420 millones de euros (2.600 millones de dólares) impuesta por abuso de mercado relacionado con su servicio de compras, alegando que los reguladores no lograron demostrar que sus prácticas fueran anticompetitivas.

Google recurrió al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) después de que el Tribunal General de 2021 desestimara su impugnación de la multa impuesta por la jefa antimonopolio de la UE, Margrethe Vestager, en 2017.

Fue la primera de tres sanciones por prácticas contrarias a la competencia que han costado a Google 8.250 millones de euros en total en la última década.

El abogado de Google, Thomas Graf, dijo que la Comisión Europea no había logrado demostrar que el trato diferente de la empresa a sus rivales fuera abusivo y que el trato diferente por sí solo no era anticompetitivo.

"Las empresas no compiten tratando a sus competidores igual que a ellas mismas. Compiten tratándolos de forma diferente. El sentido de la competencia es que una empresa se diferencie de sus rivales. No alinearse con los rivales para que todos sean iguales", dijo al panel de 15 jueces.

"Calificar de abusivo todo trato diferente y, en particular, el trato diferente de las empresas de primera y de tercera parte, socavaría la competencia. Deterioraría la capacidad y los incentivos de las empresas para competir e innovar", afirmó Graf.

El abogado de la Comisión, Fernando Castillo de la Torre, rechazó los argumentos de Google, afirmando que la empresa había utilizado sus algoritmos para favorecer injustamente su servicio de comparación de precios de compras, infringiendo las leyes antimonopolio de la UE.

"Google tenía derecho a aplicar algoritmos que redujeran la visibilidad de ciertos resultados menos relevantes para la consulta de un usuario", afirmó.

"Lo que Google no tenía derecho a hacer era utilizar su posición dominante en la búsqueda general para ampliar su posición sobre la comparación de precios promocionando los resultados de sus propios servicios y adornándolos con características atractivas y aplicar algoritmos propensos a empujar hacia abajo los resultados de los rivales y mostrar esos resultados sin características atractivas", dijo.

La abogada general del TJUE, Juliane Kokott, dijo que emitiría su dictamen no vinculante el 11 de enero. El TJUE se pronunciará en los próximos meses siguiendo su recomendación.

Sin embargo, este caso y otros dos relacionados con el sistema operativo para móviles Android y el servicio publicitario AdSense palidecen en comparación con el caso antimonopolio en curso en la UE sobre el lucrativo negocio de publicidad digital de Google, en el que los reguladores amenazaron en junio con disolver la empresa.

El caso es C-48/22 P Google y Alphabet contra la Comisión (Google Shopping)

(1 dólar = 0,9353 euros) (Reportaje de Foo Yun Chee; edición de David Evans)