Llevamos mucho tiempo esperando a Alstom.

A menudo escucho en el equipo comentarios como "no entiendo por qué este expediente, con todas sus cualidades, no despega", o "tal o cual empresa lleva mucho tiempo con descuento y no pasa nada". Cuando no se entiende muy bien lo que está pasando, es buena idea ponerle un sello de "Expediente Value", decir que "está "muy barata" y decirle al lector o al interlocutor que "no tiene mucho riesgo" o algo así. También hay empresas cotizadas que de vez en cuando escapan a toda lógica, o al menos a toda lógica aparente. Por ejemplo, Alstom. A esta empresa le dediqué un artículo el año pasado en la sección "No deberías haberle invitado". Si no quieren releerlo, digamos que expliqué que la empresa marcaba todas las casillas teóricas para ser adulada por el mercado (ESG, Industria, oligopolio, marca fuerte...), pero que ha sido una horrible trampa de valor durante años.

Pues bien, Alstom acaba de darnos un gran aviso al explicar que, al final, su gran entrada de flujo de caja libre para el año será en realidad una gran salida. Lógicamente, la acción se hunde (un 35% en teoría cuando pueda cotizar, lo que todavía no es el caso en el momento de escribir estas líneas). Mi experiencia me lleva a creer que cuando nada parece ir mal, es porque algo va mal pero no lo sabemos. O más exactamente, que algunos lo saben porque han percibido algo y otros no. En cuanto a Alstom, supongo que debemos felicitar a Vladimir Sergievskii de Barclays, el único analista negativo del expediente. He aquí su última prosa sobre el expediente: "Veo una desconexión entre una valoración elevada, por un lado, y una actividad errática/problemática, vientos en contra del FCF, una caída del consenso, un balance apalancado y una calificación crediticia potencialmente vulnerable, por otro... Cualquier posible paso en falso (si se produjera) probablemente tendría un enorme impacto en las acciones".

Por fin alguien aborda la financiación dilutiva

El jugoso negocio de las empresas moribundas financiadas mediante instrumentos dilutivos, que mis colegas y yo hemos denunciado en numerosas ocasiones sin grandes alardes, todo hay que decirlo, va a encontrar quizá un adversario más duro en las autoridades italianas. Al otro lado de los Alpes, un intermediario muy conocido en este ámbito, Negma, se ha movido bastante en las últimas semanas. En Francia, el regulador ha ignorado regularmente la cuestión, mientras que la lista de empresas zombis que despluman a los pequeños accionistas sigue creciendo. ¿Quizás ha llegado el momento de despertar?

Olvídese del Nasdaq, vaya a Seúl

No sólo en Estados Unidos los inversores se dejan llevar por las OPI. Doosan Robotics, la mayor OPV del año en Corea del Sur, generó tal furor que la acción llegó a cotizar a 67.600 KRW (won surcoreano) en el momento álgido de la negociación esta mañana. El caso es que las acciones se habían vendido a 26.000 KRW la unidad. Eso supone un aumento del 160%. Así que una de dos: o los banqueros de inversión no tienen ni idea de valoración. O los inversores están completamente locos. Tengo mi propia idea. Doosan Robotics se especializa en los llamados robots "colaborativos" que pueden trabajar con humanos para aligerar su carga.

No todos murieron, pero todos se vieron afectados

La fiebre que se apoderó de los rendimientos de la renta fija provocó una importante corrección en ciertos compartimentos del mercado europeo de renta variable, aunque los rendimientos a largo plazo en el viejo continente no se dispararon demasiado. Fueron los rendimientos estadounidenses los que incendiaron el mundo. AlphaValue señala que los mercados tuvieron una "reacción instintiva hacia las utilities porque se consideran activos a largo plazo", y por tanto excesivamente sensibles a las tensiones de los bonos. Enel, por ejemplo, ha pagado cara su elevada deuda neta y su bandera italiana. National Grid y Engie también son víctimas expiatorias. Y lo que es más extraño, las aseguradoras también han sufrido, aunque AlphaValue no sabe muy bien por qué. En el caso de las telecos, el castigo se justifica por sus grandes deudas, que las convierten en objetivos ideales para el mercado en una configuración de este tipo. Por último, los operadores de infraestructuras han completado el cuadro, pero esto se debe esencialmente "a que Francia ha añadido impuestos a los concesionarios de aeropuertos y autopistas para salvar su presupuesto de 2024". AlphaValue considera que existen oportunidades de negociación a corto plazo en al menos estos cuatro sectores.