En su primera sesión en Wall Street el miércoles, Birkenstock se desplomó más de un 12% desde el precio de 46 dólares fijado en su oferta pública inicial, con la que recaudó 1.480 millones de dólares. Su objetivo era alcanzar los 49 dólares por acción.

Cotizando por última vez a unos 37,79 dólares el jueves, la acción ha caído ahora un 18% desde su precio de OPV.

La caída del segundo día en las acciones de Birkenstock fue más profunda que una amplia liquidación de Wall Street, con el S&P 500 bajando por última vez alrededor del 1%.

El decepcionante debut en el mercado estadounidense de esta empresa de 250 años de antigüedad se produce después de los débiles resultados del diseñador de chips Arm Holdings y de la plataforma de entrega de comestibles Instacart, formalmente llamada Maplebear, tras sus OPV del mes pasado.

Algunos inversores esperaban que esas empresas de relumbrón provocaran un resurgimiento de las salidas a bolsa, después de que la volatilidad de los mercados en los dos últimos años frenara la demanda de OPV.

Arm se desplomó el jueves un 5,2% a 51,70 dólares, justo por encima de su precio de salida a bolsa de 51 dólares el 13 de septiembre, mientras que Instacart bajó un 1,7% a 24,52 dólares, muy por debajo de su precio de salida a bolsa de 30 dólares el 18 de septiembre.

Con la pérdida del jueves, Birkenstock tiene una capitalización de mercado de unos 7.000 millones de dólares, o casi 8.000 millones sobre una base totalmente diluida. Eso sigue siendo casi el doble de los 4.350 millones de dólares a los que L Catterton, la firma estadounidense de capital riesgo respaldada por el multimillonario francés Bernard Arnault y su imperio de artículos de lujo Louis Vuitton Moet Hennessy, pagó para adquirir una participación mayoritaria en el fabricante de zapatos en 2021.

La salida a bolsa de Birkenstock el miércoles coincidió con una fuerte caída de las acciones de LVMH tras el menor crecimiento de las ventas de la marca de lujo en el tercer trimestre.

"El momento de la salida a bolsa fue en cierto modo desafortunado, ya que se produjo después de los resultados del tercer trimestre de LVMH, en los que la dirección destacó cómo los consumidores europeos se habían deteriorado de forma significativa en el tercer trimestre", afirmó Javier González Lastra, socio de inversiones de Tema ETFs.