La industria filipina del juego duplicará sus ingresos brutos por este concepto de aquí a 2028, a medida que el país atraiga a más turistas, como los acaudalados jugadores chinos, según declaró el miércoles el jefe del organismo regulador del juego.

Al menos seis nuevas instalaciones de casino por valor de unos 3.000 millones de dólares están en proyecto para impulsar la libre industria del juego de la nación del sudeste asiático por delante de la competencia de Japón, que tiene un casino en expansión listo para su construcción, y Tailandia, que está planeando legalizar el juego.

Es probable que el sector del juego del país registre un crecimiento anual de al menos el 10% en los ingresos brutos del juego (GGR), que se prevé que alcancen un nuevo récord este año y lleguen a entre 450.000 y 500.000 millones de pesos dentro de cinco años, según declaró a Reuters el presidente de Philippine Amusement and Gaming Corp (Pagcor), Alejandro Tengco.

El GGR total, una métrica clave en la industria que representa la cantidad que apuestan los jugadores menos sus ganancias, alcanzó un récord de 256.000 millones en 2019 y estaba preparado para un mayor crecimiento hasta que la pandemia de coronavirus diezmó la industria. El GGR empezó a recuperarse en 2021 y alcanzó los 214.000 millones en 2022.

"En la actualidad, el sólido rendimiento está respaldado por un establo de actores locales", dijo Tengco. "Todavía hay una oportunidad para que el mercado extranjero aumente más debido a la mejora de las directrices sobre viajes al extranjero".

Sin embargo, las previsiones a largo plazo podrían verse mermadas por vientos en contra como el aumento de los conflictos armados entre países, la proliferación del juego ilegal y una recesión económica, dijo Tengco.

El panorama del juego filipino, que incluye una versión más pequeña de la franja de juego de Las Vegas situada en la capital, atrae a grandes apostadores de países como China, Japón y Corea del Sur. Ha atraído a empresas extranjeras y nacionales para que instalen casinos-resort integrados de miles de millones de dólares.

Además de los cuatro casinos en expansión que funcionan en la capital, se prevé la construcción de otras seis instalaciones de juego en todo el país, según Tengco.

Se trata de un casino y campo de golf de hasta 2.000 millones de dólares en la provincia de Pampanga, un proyecto de 300 millones de dólares de Bloomberry Resorts en la provincia de Cavite y otro de 300 millones de dólares de Global-Estate Resorts en la isla vacacional de Boracay, según datos de Pagcor.

Mientras que los casinos previstos en Tailandia y Japón se consideran una amenaza, Filipinas está reforzando su estatus de destino preferente mediante la privatización de los casinos estatales, nuevos proyectos de juego y reformas políticas, según Tengco.

(1 $ = 56,6520 pesos filipinos) (Reportaje de Neil Jerome Morales; Edición de Alison Williams)