BP ha recortado más de una décima parte de la plantilla de su negocio de recarga de vehículos eléctricos y lo ha retirado de varios mercados después de que una apuesta por el rápido crecimiento de las flotas de vehículos eléctricos comerciales no diera sus frutos, según fuentes de la empresa.

Los cambios en BP Pulse forman parte de los esfuerzos del consejero delegado, Murray Auchincloss, por centrarse en los segmentos más rentables de la empresa británica, mientras lucha contra las dudas de los inversores sobre su plan de abandonar el petróleo y el gas en favor de las energías bajas en carbono.

BP Pulse redujo el número de países en los que opera de 12 a cuatro en los últimos meses, centrándose ahora en Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania y China, donde espera el crecimiento más rápido del mercado de vehículos eléctricos, según declaró BP a Reuters.

Como resultado, la división suprimió más de 100 puestos de trabajo en los últimos meses, es decir, más del 10% de su plantilla mundial de 900 empleados, muchos de los cuales fueron trasladados a otras divisiones y sólo unos pocos abandonaron la empresa, dijeron las fuentes.

BP no hizo comentarios sobre el número exacto de puestos de trabajo suprimidos.

La medida se produce mientras los fabricantes de automóviles de todo el mundo se aprietan el cinturón en medio de una aceptación de los vehículos eléctricos más lenta de lo esperado. La publicación tecnológica Electrek informó el lunes de que Tesla, pionera estadounidense de los vehículos eléctricos, despediría a más del 10% de su plantilla.

Sin embargo, la recarga de VE sigue siendo uno de los principales motores de crecimiento de BP.

BP contaba con más de 29.000 puntos de recarga en todo el mundo a finales de 2023, frente a los 22.000 de un año antes, según indicó en su informe anual. Su objetivo es contar con 100.000 puntos en 2030.

"Nuestras ambiciones en materia de vehículos eléctricos no han cambiado", afirmó BP. Los cambios en BP Pulse son "un paso para garantizar que podemos ejecutar nuestros objetivos con mayor precisión y eficacia".

BP Pulse también se ha alejado de varias apuestas que hizo desde el lanzamiento de su estrategia de transición energética bajo el anterior consejero delegado del grupo, Bernard Looney, en 2020.

En un principio, BP esperaba que las flotas de vehículos comerciales fueran las primeras y más rápidas en pasarse a los VE a gran escala, pero no fue así, en parte porque los gobiernos suavizaron los mandatos para pasarse a los vehículos eléctricos, según declaró Auchincloss a los analistas en febrero.

"Pensábamos que las flotas se moverían primero. Pero dadas las presiones de la recesión y cierto alivio por parte de los gobiernos, las flotas se han ralentizado", dijo Auchincloss.

El pasado mes de mayo, BP también cerró su negocio de recarga de vehículos eléctricos domésticos. La empresa se centra ahora sobre todo en los centros de recarga rápida.

La empresa afirma que espera que los beneficios de sus operaciones de recarga de VE y tiendas de conveniencia superen el 15% y generen 1.500 millones de dólares en beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización para 2025. (Reportaje de Ron Bousso Edición de Mark Potter)