Las dudas sobre la próxima reunión de la Fed y el impacto sobre los beneficios empresariales de la desaceleración de la economía global, el aumento del precio de las materias primas y una posible futura subida de impuestos en EE. UU. no han impedido un cierre semanal mixto. La sensación es que los principales índices necesitan novedades de calado para encarar sus máximos históricos, pero, al mismo tiempo, surge interés comprador tan pronto se produce un movimiento correctivo, aunque sea de poca importancia. Así, tras una semana errática, el S&P 500 ha cedido un 0,6%, el Euro Stoxx 50, un 0,9% y el Ibex ha ganado un 0,8%, a pesar del castigo al sector eléctrico por las medidas adoptadas por el Gobierno. Destaca la caída del 3% de la bolsa china por los débiles datos económicos, por la crisis de Evergrande Group y por los cambios regulatorios. En el mercado de bonos soberanos, sobresale el diferente comportamiento de las rentabilidades en EE. UU. y en la eurozona. En el primer caso, un dato de inflación que parece frenar su inercia alcista ha llevado al bono a 10 años a oscilar en torno al 1,36%, mientras que, en el segundo, la rentabilidad de la deuda alemana ha evolucionado al alza por el aumento de las previsiones de inflación cotizadas por el mercado. Además, esta semana se ha registrado en Europa una gran actividad emisora, en la que ha destacado una nueva emisión de la Comisión Europea, con una demanda que ha superado en más de 11 veces la oferta. Mientras, el precio del gas ha vuelto a subir otro 8% y el petróleo, un 3,3%, gracias a las favorables perspectivas sobre la demanda de la OPEP y de la AIE, a la caída de los inventarios en EE. UU. y a los cortes de producción por las condiciones atmosféricas adversas en este país.

La Fed, obligada a retrasar el tapering por la variante Delta. Con los datos económicos apuntando a una ralentización de la recuperación, esperamos que en la reunión de esta semana la Fed mantenga una posición cautelosa y decida dejar intactos los instrumentos de su política monetaria: el tipo de interés oficial en el intervalo 0,00%-0,25% y las compras netas de activos a un ritmo de 80.000 millones de dólares en treasuries y 40.000 millones de dólares en MBS al mes. No obstante, en la rueda de prensa, el presidente Powell probablemente comunicará que se está alcanzando un consenso en el Comité sobre cuándo y cómo se planea efectuar la eventual reducción del programa de compras de activos (tapering), apuntando al mercado para un anuncio en los próximos meses. También vemos probable que la actualización de las proyecciones de tipos oficiales (el gráfico de los dots) se mantenga sin cambios respecto a junio, consistente con dos subidas de +25 p. b. en 2023. Dicho esto, no descartamos la posibilidad de que los dots muestren una mayoría que favorezca una subida de tipos en 2022 (véase la Nota Breve).

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