Sri Lanka, una isla situada frente a la costa meridional de la India, está sumida en su peor crisis financiera en más de siete décadas después de que sus reservas de divisas alcanzaran mínimos históricos el año pasado, lo que obligó a su economía a contraerse un 7,8% en 2022.

El grupo portuario Adani, controlado por el multimillonario indio Gautam Adani, posee una participación del 51% en la terminal de contenedores oeste del puerto, que también cuenta con una terminal gestionada por China Merchants Port Holdings Co Ltd.

"El compromiso de DFC de conceder 553 millones de dólares en préstamos al sector privado para la terminal de contenedores oeste (WCT) ampliará su capacidad de transporte marítimo, creando una mayor prosperidad para Sri Lanka -sin aumentar la deuda soberana- y reforzando al mismo tiempo la posición de nuestros aliados en toda la región", declaró en un comunicado el director general de DFC, Scott Nathan.

India amplió el año pasado unos 4.000 millones de dólares en swaps y líneas de crédito a Sri Lanka, proporcionando un apoyo crítico para importar combustible, medicinas y fertilizantes durante lo peor de la crisis.

India y China compiten por la influencia en la nación insular de 22 millones de habitantes, situada cerca de las concurridas rutas marítimas. El conglomerado esrilanqués John Keells Holdings posee el 34% del WCT y el resto está en manos de la Autoridad Portuaria de Sri Lanka (SLPA), gestionada por el Estado.

El dragado de la terminal se inició el pasado mes de noviembre; la primera fase se completará en el tercer trimestre de 2024 y el proyecto completo estará terminado a finales de 2025.