La Autoridad de la Competencia y los Mercados (CMA, por sus siglas en inglés) determinó que la fusión entre dos de las empresas más importantes del sector de los implantes auditivos en el Reino Unido podría dar lugar a peores resultados para los pacientes que dependen de estos implantes auditivos que les cambian la vida y a precios más elevados para el Servicio Nacional de Salud, de propiedad estatal.