Santa Fe Group A/S ha comunicado los resultados consolidados no auditados del primer trimestre finalizado el 31 de marzo de 2017. En el trimestre, la empresa registró unos ingresos de 71,4 millones de euros, frente a los 79,8 millones de euros de hace un año. Las pérdidas operativas fueron de 2,6 millones de euros, frente a los 3,4 millones de euros de hace un año. Las pérdidas antes de impuestos fueron de 3,0 millones de euros, frente a los 3,8 millones de hace un año. La pérdida neta atribuible a los accionistas de la empresa fue de 3,4 millones de euros, frente a los 4,3 millones de hace un año. La pérdida diluida por acción fue de 0,2 euros, frente a los 0,3 euros de hace un año. La pérdida de las operaciones continuas fue de 3,3 millones de euros o 0,2 euros por acción diluida, frente a los 4,3 millones de euros o 0,3 euros por acción diluida de hace un año. El LBITDA antes de partidas especiales fue de 1,6 millones de euros, frente a los 1,2 millones de euros de hace un año. El flujo de caja neto de las actividades de explotación fue de 6,1 millones de euros, frente a los 2,8 millones de euros de hace un año. Las inversiones en activos intangibles e instalaciones y equipos fueron de 1,6 millones de euros, frente a los 0,3 millones de euros de hace un año. En términos comparables (excluyendo las actividades de Records Management desinvertidas) los ingresos disminuyeron un 8,6% en moneda local. El descenso se produjo principalmente en algunos mercados clave de Europa y Asia. La reducción de los ingresos se compensó con el ahorro de costes fijos, principalmente en los costes de personal tras las iniciativas de reestructuración completadas durante 2016, y otros ingresos de explotación. La deuda neta con intereses fue de 4,3 millones de euros frente a los 7,6 millones de euros de hace un año. Se espera que los ingresos consolidados del Grupo Santa Fe se sitúen en el mismo nivel que en 2016 (338,6 millones de euros) sobre la base de los atractivos niveles de crecimiento de las operaciones continuas, que se espera que superen los ingresos de las actividades de gestión de registros desinvertidas. Se espera que el EBITDA consolidado antes de partidas especiales sea de unos 10,0 millones de euros. La desinversión de las actividades de gestión de archivos tiene un impacto negativo en el EBITDA de unos 3 millones de euros. Se espera que el margen de EBITDA antes de partidas especiales mejore para las actividades retenidas debido a la menor base de costes asegurada en 2016 a través de una serie de iniciativas de reestructuración tanto en Europa como en Australia.