Dexcom batió el jueves las expectativas de Wall Street en cuanto a beneficios del primer trimestre, ayudada por la fuerte demanda de una nueva versión de sus monitores continuos de glucosa, pero sus acciones cayeron un 7% tras la campana al quedar las previsiones de ventas anuales muy por debajo de las estimaciones.

La empresa y su rival Abbott dominan actualmente el mercado de los monitores continuos de glucosa, los dispositivos que registran los niveles de glucosa en sangre cada pocos minutos sin necesidad de pincharse el dedo.

Los ingresos totales de Dexcom aumentaron un 24% hasta los 921 millones de dólares en los tres meses que finalizaron el 31 de marzo, superando la estimación media de los analistas de 909,24 millones de dólares, según datos de LSEG.

La empresa elevó el extremo inferior de su previsión de ingresos para 2024 en 50 millones de dólares, y ahora espera que se sitúen entre 4.200 y 4.350 millones de dólares. Pero el punto medio de la nueva horquilla estaba por debajo de la estimación de los analistas de 4.320 millones de dólares.

El último sistema de monitorización continua de la glucosa de la empresa con sede en California, G7, fue autorizado en Estados Unidos en 2022. Su otro producto, Stelo, fue autorizado por la FDA estadounidense en marzo para su uso sin receta de un profesional sanitario.

Dexcom obtuvo un beneficio ajustado de 32 céntimos por acción, frente a la estimación de los analistas de 27 céntimos por acción.