WIESBADEN (dpa-AFX) - Alemania afronta meses difíciles tras un descenso de la producción económica. El producto interior bruto (PIB) se contrajo un 0,3 por ciento en el cuarto trimestre de 2023 en comparación con el trimestre anterior, ajustado por efectos de precios, calendario y estacionales. "En el último trimestre, el descenso de la inversión frenó la economía, mientras que el consumo aumentó ligeramente", confirmó el viernes la directora de la Oficina Federal de Estadística, Ruth Brand, basándose en datos preliminares de la autoridad. Los economistas prevén que la debilidad continúe por el momento. Las esperanzas de una fuerte recuperación económica este año se han desvanecido.

"En el primer trimestre, la producción económica de Alemania volvió a disminuir ligeramente", declaró el Presidente del Bundesbank, Joachim Nagel. Si el PIB se contrae durante dos trimestres seguidos, los economistas hablan de recesión técnica. Esto no significa que el conjunto del año sea negativo. Sin embargo, Alemania ya entró en recesión en 2023 con un descenso global de la producción económica del 0,3%.

Algunos economistas no descartan un nuevo descenso en el conjunto de 2024. El Gobierno alemán sólo espera un minicrecimiento del 0,2%. "Estamos saliendo de la crisis más lentamente de lo que esperábamos", declaró recientemente el ministro de Economía, Robert Habeck.

"Un poco más de luces que de sombras"

Sin embargo, según Nagel, Presidente del Bundesbank, las perspectivas para 2024 prometen "algo más de luces que de sombras". La economía debería recuperarse a lo largo del año. La demanda exterior debería proporcionar un viento de cola. El consumo privado también debería beneficiarse de la mejora del poder adquisitivo. "Gracias a la estabilidad del mercado laboral, el fuerte aumento de los salarios y la caída de la inflación, los ciudadanos tendrán efectivamente más dinero en el bolsillo". Según su valoración, el lugar de negocios sigue estando bien posicionado en una comparación global a pesar de los problemas estructurales. "Alemania no es el enfermo de la economía mundial".

A finales de año, el gasto privado de los consumidores aumentó un 0,2%. La inflación se había debilitado recientemente, lo que puede impulsar el deseo de consumir de la gente. En cambio, hubo indicios de ralentización de la inversión. Las inversiones en edificios cayeron en comparación con el trimestre anterior. La construcción está sufriendo las consecuencias de unos tipos de interés y unos costes más elevados. Las empresas también invirtieron menos en equipos como vehículos y maquinaria. Según los economistas de DWS, filial del Deutsche Bank, una de las razones puede haber sido la expiración del requisito de los coches eléctricos.

El ánimo de las empresas ha mejorado ligeramente en los últimos tiempos. El clima empresarial Ifo subió en febrero. "La economía se estabiliza en un nivel bajo", dijo el presidente del Ifo, Clemens Fuest.

El déficit público se reduce

Hay un rayo de esperanza en las finanzas públicas. El año pasado, el Tesoro volvió a gastar más dinero del que ingresó. Sin embargo, el déficit del gobierno federal, los estados federados, los municipios y los organismos de seguridad social disminuyó en 9.500 millones de euros, hasta 87.400 millones de euros, en comparación con el año anterior, en parte porque se anuló gran parte del gasto destinado a combatir la pandemia.

El Gobierno federal registró el mayor déficit, con 79.000 millones de euros. La disminución de las transferencias del gobierno federal y la continua carga financiera que supone atender a los refugiados contribuyeron a que los estados federales (6.400 millones de euros) y los municipios (12.100 millones de euros) también registraran déficits de financiación. Por el contrario, las cajas de seguridad social (10.000 millones de euros) registraron un ligero aumento de superávit.

En relación con la producción económica total, el déficit fue del 2,1%. La Oficina Federal había supuesto inicialmente un 2%. En 2022 fue del 2,5%. Debido a la sentencia presupuestaria del Tribunal Constitucional Federal, el Gobierno federal se ve obligado, no obstante, a ahorrar.

Tras dos años atípicos en 2020 y 2021, Alemania cumplió así por segundo año consecutivo la regla europea de la deuda, que permite a los países de la UE un déficit presupuestario no superior al 3%. Esta norma se había suspendido debido a los programas de ayuda contra el coronavirus. Representantes del Parlamento Europeo y de los gobiernos de los Estados miembros de la UE acordaron recientemente una reforma. Los planes prevén que los objetivos de la UE para reducir el déficit y la deuda excesivos tengan más en cuenta la situación individual de cada país./mar/DP/jkr