El Riksbank ya ha endurecido su política tres veces este año, la última en septiembre, cuando subió un punto porcentual hasta el 1,75%, la mayor subida en 30 años.

Pero la inflación subyacente sigue acelerándose y trece de los dieciséis analistas que participaron en la encuesta prevén una subida hasta el 2,5% cuando el banco central anuncie su decisión política el 24 de noviembre.

"Tras la elevada inflación de octubre, la mayoría de los indicios apuntan a una subida de tipos de al menos 75 pb", declaró el grupo bancario SEB. "Sin embargo, no puede descartarse una subida mayor de 100 pb".

En la reunión más reciente de septiembre, el Riksbank dijo que necesitaría seguir endureciendo la política, esbozando una subida de 50 puntos básicos en noviembre y un nuevo movimiento a principios del próximo año.

El banco central pronosticó que los tipos alcanzarían un máximo del 2,5%.

Los analistas encuestados veían los tipos alcanzando un máximo ligeramente superior. Los mercados esperan que los tipos suban hasta alrededor del 3,25% en otoño de 2023.

Los hogares ya están luchando contra una crisis del coste de la vida y se espera que la economía se ralentice bruscamente: el grupo bancario Nordea prevé una contracción del PIB del 2% y el banco central una caída del 0,7% en 2023.

Los precios de la vivienda han caído alrededor de un 10% desde su máximo en primavera y el encarecimiento de las hipotecas aumentará el dolor.

Pero los responsables de la fijación de tipos argumentan que actuando con firmeza ahora, no tendrán que tomar medidas aún más agresivas más adelante.

La inflación general disminuyó ligeramente en octubre, cayendo al 9,3% desde el 9,7% del mes anterior. Pero el descenso se debió principalmente a la bajada de los precios de la electricidad. La inflación subyacente repuntó hasta el 7,9% desde el 7,4%, lo que preocupa a los responsables de la fijación de tipos.

Además, el Banco Central Europeo (BCE) duplicó su tipo de depósito hasta el 1,5% a finales de octubre y prometió más endurecimiento en los próximos meses.

El gobernador del Riksbank, Stefan Ingves, que dejará el cargo a finales de año, ha afirmado que el tipo de interés oficial sueco debe ser "respetuosamente" más alto que el del BCE para reforzar la corona sueca y evitar un repunte de la inflación importada.

El BCE tiene otras dos reuniones de política monetaria antes de la próxima decisión sobre tipos del Riksbank, en febrero. Los mercados prevén que el tipo de depósito del BCE suba al 2% en diciembre, pero los inversores también ven bastante probable un movimiento mayor hasta el 2,25%.