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La actividad principal de Fastned es la instalación y explotación de estaciones de recarga rápida para vehículos eléctricos. Un poco como las gasolineras. La aventura comenzó en su mercado nacional con la firma de un acuerdo marco a largo plazo para instalar equipos de recarga en unas 200 áreas de descanso de la red de autopistas neerlandesa. A finales de 2022, el grupo contaba con una flota de 244 emplazamientos para 1237 cargadores, el 62% de ellos en su mercado nacional y el resto repartidos por Alemania, Francia, Bélgica, Reino Unido y Suiza.

Le parc à fin 2022
La flota a finales de 2022 (Fuente Fastned)

Los cargadores rápidos se utilizan para recargar rápidamente las baterías de los vehículos. Suelen utilizarlos conductores profesionales o particulares que realizan viajes de larga distancia y no tienen muchas opciones. La electricidad suministrada es efectivamente cara: es la contrapartida del servicio rápido. En Francia, por ejemplo, Fastned cobra 0,59 euros por KWh, es decir, 3,4 veces más que el precio medio de la electricidad para particulares (unos 0,172 euros).
 
Como el sector aún está en pañales, el campo de juego puede parecer bastante amplio. Esto es cierto, pero sólo hasta cierto punto: el suelo es escaso y caro, la competencia tiende a aumentar y la modernización de la red energética no siempre es sencilla. Como consecuencia, el coste de instalación de una estación aumenta y el rendimiento de la inversión es algo variable. Hace cinco años, sólo un tercio de las estaciones Fastned alcanzaban el umbral de rentabilidad, debido al todavía modesto número de usuarios y a la falta de un número suficiente de coches eléctricos.
 
Une station Fastned

Los cargadores rápidos se utilizan para recargar rápidamente las baterías de los vehículos. Suelen utilizarlos conductores profesionales o particulares que realizan viajes de larga distancia y no tienen muchas opciones. La electricidad suministrada es efectivamente cara: es la contrapartida del servicio rápido. En Francia, por ejemplo, Fastned cobra 0,59 euros por KWh, es decir, 3,4 veces más que el precio medio de la electricidad para particulares (unos 0,172 euros).
 
Como el sector aún está en pañales, el campo de juego puede parecer bastante amplio. Esto es cierto, pero sólo hasta cierto punto: el suelo es escaso y caro, la competencia tiende a aumentar y la modernización de la red energética no siempre es sencilla. Como consecuencia, el coste de instalación de una estación aumenta y el rendimiento de la inversión es algo variable. Hace cinco años, sólo un tercio de las estaciones Fastned alcanzaban el umbral de rentabilidad, debido al todavía modesto número de usuarios y a la falta de un número suficiente de coches eléctricos.

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Algunos actores del sector que cotizan en bolsa (Fuente: MarketScreener)

Dada la actual falta de rentabilidad, la valoración de la empresa es delicada. No obstante, cabe señalar que la cotización se ha dividido por tres en comparación con los niveles inauditos alcanzados a principios de 2021. Así pues, desde una perspectiva a medio/largo plazo, Fastned es un interesante caso de inversión para quienes deseen posicionarse en una fase relativamente temprana en uno de los potenciales ganadores de la electrificación del parque automovilístico europeo.

Clasificaciónes Surperformance de Fastned
Fuente: MarketScreener