En su intervención en una convocatoria de analistas sobre los resultados de 2021, el director financiero de Fincantieri, Giuseppe Dado, dijo que la división naval del grupo estaba preparada para crecer a corto plazo gracias a la cartera de pedidos ya asegurada.

A largo plazo, el negocio naval, que fabrica buques militares, podría aumentar hasta el 40% de su segmento de construcción naval, desde la cifra actual del 31%, dijo Dado.

En 2021, el segmento de construcción naval registró un aumento del 27% en las ventas, hasta los 5.900 millones de euros, dijo el grupo a última hora del miércoles, añadiendo que los ingresos totales alcanzaron los 6.700 millones de euros.

Fincantieri no dio una orientación específica sobre los resultados de 2022, citando la incertidumbre derivada tanto de las tensiones geopolíticas como de la inflación de los precios de las materias primas y la energía.

Sin embargo, los ejecutivos del grupo dijeron que el margen de beneficio básico, que es un indicador de la rentabilidad, se mantendría alto, tras recuperarse hasta el 7,4% el año pasado.

El año pasado, Fincantieri hizo una oferta no vinculante para comprar las unidades OTO Melara y Wass de Leonardo, que fabrican cañones y torpedos.

Al mismo tiempo, el constructor naval también ha considerado la posibilidad de comprar el negocio de submarinos de Thyssenkrupp en asociación con la alemana Rheinmetall, según habían dicho las fuentes a Reuters.

"Todo está suspendido en el escenario actual", dijo el director general Fabio Gallia, respondiendo a una pregunta sobre los dos posibles acuerdos.

El miércoles, Fincantieri dijo que había pasado a tener un beneficio de 22 millones de euros el año pasado después de registrar una pérdida de 245 millones de euros en 2020.

Excluyendo las incertidumbres relacionadas con el conflicto entre Rusia y Ucrania, así como las preocupaciones sanitarias, el grupo dijo en un comunicado que podría volver a una "distribución de dividendos sostenible a partir de 2022".