WASHINGTON, 12 nov (Reuters) - La Administración Trump presentó el jueves una orden ejecutiva que prohíbe las inversiones de EEUU en empresas chinas que según Washington son propiedad del ejército chino o están controladas por los militares, aumentando la presión sobre Pekín después de las elecciones estadounidenses.

La orden podría afectar a algunas de las más grandes compañías de China, incluyendo las firmas de telecomunicaciones China Telecom Corp Ltd, China Mobile Ltd y el fabricante de equipos de vigilancia Hikvision.

La medida está diseñada para disuadir a las empresas de inversión, fondos de pensiones y otras entidades de EEUU de comprar acciones de 31 empresas chinas que fueron designadas por el Departamento de Defensa como entidades respaldadas por el ejército chino a principios de este año.

A partir del 11 de enero, la orden prohibirá la compra por parte de inversores estadounidenses de los valores de esas empresas. Las transacciones hechas para deshacerse de la propiedad de las compañías serán permitidas hasta el 11 de noviembre de 2021.

"China está explotando cada vez más el capital de los Estados Unidos para obtener recursos y permitir el desarrollo y la modernización de sus aparatos militares, de inteligencia y otros aparatos de seguridad", dice la orden publicada por la Casa Blanca.

La embajada china en Washington no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.

El asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, estimó que al menos medio billón de dólares en capitalización de mercado corresponde a empresas chinas y sus subsidiarias.

"Esta es una orden radical diseñada para asfixiar el envío de capital americano a la militarización de China", dijo a los periodistas.

La medida es la primera iniciativa política de gran impacto desde que el presidente Donald Trump perdió las elecciones del 3 de noviembre frente a su rival demócrata Joe Biden e indica que está tratando de aprovechar los últimos meses de su Administración para tomar medidas enérgicas contra China, incluso en un momento en que parece más preocupado en cuestionar el resultado de la votación.

Biden ha ganado suficientes estados disputados para superar los 270 votos electorales necesarios en el Colegio Electoral que determina el próximo presidente, pero Trump se ha negado a declarar la derrota hasta ahora, argumentando sin pruebas que ha habido fraude electoral.

Es probable que la acción del jueves dañe aún más los ya precarios lazos entre las dos principales economías del mundo, que han chocado por el manejo de la pandemia de coronavirus por parte de China y el intento de Pekín de imponer una legislación de seguridad en Hong Kong, entre otros asuntos.

Biden no ha trazado una estrategia detallada para China, pero todo parece indicar que seguirá manteniendo un enfoque de dureza con respecto a Pekín, con quien Trump se ha enfrentado cada vez más en su último año de mandato.

(Información de Humeyra Pamuk, Alexandra Alper y Idrees Ali; información adicional de Alden Bentley; editado por Chris Sanders, Edward Tobin y Rosalba O'Brien, traducido por Michael Susin en la redacción de Gdansk)